Al llegar la conclusión del presente año, el ritmo de la vida cotidiana cambia. Se puede sentir en el ambiente mayor calidez y cercanía entre las personas, en medio del frenesí de la felicidad y planificación. Navidad y Año Nuevo se acercan cada vez más y aumentan las reuniones entre colegas, amigos y familiares. Cada ocasión es una oportunidad para celebrar y festejar. ¿Cómo se manifiesta la festividad? ¡Con comida! Todas las reuniones, fiestas y planes se arman alrededor de un menú tradicional, abundante y hogareño.
Para Navidad, la variedad es amplia. En La Paz, Cochabamba y Chuquisaca, aunque con variaciones en las recetas, se acostumbra comer picana, una sopa a base de tres o cuatro carnes, res, pollo, cordero o cerdo, y distintas verduras, como nabo, cebolla, zanahoria, apio, perejil y romero. La picana cochabambina incluye frutas como pasas. Tanto esta como la versión chuquisaqueña llevan zapallo. En La Paz, la picana cuenta con tunta, algunas veces rellena de queso y choclo.
En Santa Cruz y el Beni, la familia se reúne alrededor de cerdo o pollo al horno con ensalada de palmito, aunque cada vez está en aumento el consumo de pavo relleno. En toda Bolivia y al alcance de todos los bolsillos están los buñuelos que se acompañan de api o de chocolate caliente, o el panetón con café, una muestra de cercanía en la comunidad y de espíritu festivo.
En Año Nuevo los alimentos toman un significado especial: se prepara lechón porque representa abundancia y se comen 12 uvas que simbolizan sueños y metas para el año que está por empezar.
Muchas de estas tradiciones se generaron recién hace unos 40 a 50 años. La cocina cumple una función social y, así como la gente, está en constante transformación. Vamos creando nuevas identidades sin perder la esencia de nuestros saberes y sabores tradicionales. La cocina sigue siendo el punto de encuentro donde se entrelazan vivencias y se crean nuevas historias.
Pese a que la mayor parte de las tradiciones en la época de fin de año tienen un origen mestizo y con el paso del tiempo se adoptaron otras tendencias mundiales, no podemos olvidar que podemos proponer un estilo de cocina sobre la base de técnicas e ingredientes originarios y locales. Cada plato con el que celebramos, cada ritual familiar tiene ingredientes que provienen de un productor local, recetas que fueron transmitidas por generaciones y sentimientos que durarán por todo el año entrante.
¿Y tú? ¿Cómo incluirás la diversidad boliviana en tu comida de fin de año?
¡MIGA les desea felices fiestas y un sabroso año nuevo!
Articulo realizado en colaboración con MIGA Bolivia