Lanzado en Japón en el tercer trimestre de 2019, el nuevo chocolate de Nestlé está hecho solo de la fruta de cacao y no contiene azúcar refinada. ¿Cómo lo han logrado? El 70% de chocolate negro que se utiliza, se endulza con pulpa de cacao blanco. Anteriormente se desechaba, pero ahora se secará y se triturará antes de incorporarse al chocolate. Disponible a nivel mundial en 2020, el chocolate con fruta de cacao tendrá un precio de alrededor de USD 4.
Nestlé ha generado miles de millones en ganancias en los últimos 150 años, atendiendo a los gustosos del dulce del planeta. Pero a pesar de lo que pueda pensar de la historia de la compañía, esta es una innovación que todos podemos aplaudir.
Este nuevo chocolate abandona el azúcar refinada y, en cambio, utiliza una parte de la fruta de cacao que generalmente se desperdiciaba. Eso significa que no solo es una opción más saludable, sino que también es más sostenible. Por supuesto, Nestlé no es la única compañía de F&B que se esfuerza por eliminar el desperdicio: solo es necesario ver la asociación de Kellogg’s con una cervecería del Reino Unido para convertir los cereales rechazados en cerveza. Y los desechos biológicos no son solo una materia prima útil en la industria de F&B. Se ha visto flores del templo convertidas en pintura en Sri Lanka, desperdicios de alimentos utilizados para teñir la ropa en Hong Kong y desechos orgánicos convirtidos en perfumes de lujo en Francia. Todo esto debería generar una pregunta: ¿qué subproductos de desecho (material y demás) crea su proceso? ¿Cómo puede encontrar una manera de aprovechar bien esos desechos?
La esencia de esta innovación es cambiar las actitudes de los consumidores hacia el azúcar, y los esfuerzos de Nestlé para reinventarse en torno a ese cambio. Nestlé vendió su negocio de confitería estadounidense en 2018 y ha estado probando un servicio de alimentos saludables basado en ADN en Japón. Y no son los únicos gigantes de F&B que comienzan a reinventar su oferta en torno a la megatendencia hacia el bienestar. Basta con mirar a Burger King y su nueva asociación con la Impossible Burger sin carne. La lección subyacente aquí se aplica a cualquier industria: cuando una megatendencia poderosa década tras década va en contra de su propuesta comercial o de marca, no puedes ignorarla. En cambio, encuentra una manera de reimaginar lo que hace y ofrecer a los clientes opciones realmente nuevas.
¿Cómo crees que se podrían cambiar algunos productos bolivianos para que sean más sostenibles?