Cacao: el alimento de los dioses

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Cuando hablamos de cacao, lo primero que se viene a la mente es algo relacionado al chocolate, ya que es el principal uso que tiene. Su nombre científico es Theobroma cacao, que en griego significa “alimento de dioses”.

El cacao, originario de América, era utilizado por los mayas, aztecas e incas hace más de 2500 años, primordialmente como remedio o como moneda de cambio. Su introducción en Europa no llega hasta el siglo XV tras la colonización de América. 

No fue hasta el siglo XIX que se empezó a extender su consumo, debido a la aparición de la industria chocolatera en este siglo, que aplicó las primeras adiciones de azúcar y otros componentes que dotaban al cacao un sabor más apetecible.

Durante los últimos años se han realizado numerosos estudios que han demostrado las propiedades saludables que tiene el cacao, especialmente en cuanto al sistema cardiovascular y beneficios al sistema cerebral, mejorando la memoria y otros procesos cognitivos. El cacao y el chocolate además favorecen la producción de endorfinas, lo que produce un mejor estado de ánimo que permite combatir el estrés físico o mental. 

Debido a la elevada cantidad de grasas que proporciona el cacao, en muchas ocasiones se relaciona su consumo al desarrollo de problemas como el acné, las migrañas o un aumento de colesterol, sin embargo, no existen estudios que hayan demostrado que la relación entre estos aspectos sea verdadera.

Existe una variedad de chocolate rosa el cual es producido con cacao ¨ruby¨. Solo ciertos tipos de grano de cacao contienen los elementos vinculados a su particular color y sabor. Su tonalidad corresponde a los pigmentos naturales que poseen sus semillas que únicamente se cultiva en EcuadorBrasil y Costa de Marfil. La semilla del cacao ¨ruby¨ es rojiza, con un sabor muy peculiar, ni amargo, ni dulce. Su sabor es suave, fresco, natural y muy frutado. 

El cacao en Bolivia

Aunque pocos lo sepan, el cacao tiene gran relevancia en Bolivia, ya que la superficie existente en su forma silvestre alcanza aproximadamente las 12000 Ha.,  principalmente los departamentos de Pando y Beni. Y no solo hablamos de un potencial productivo, sino de calidad, ya que el cacao silvestre de la Amazonía boliviana es considerado como uno de los mejores 17 a nivel mundial. El cacao silvestre boliviano tiene características únicas de un profundo sabor a chocolate, frutos secos y nueces, aromas que varían según las regiones del país.Sin embargo, existen amenazas que reducen los volúmenes de producción. Al tratarse de un producto silvestre, los cacaotales corren el riesgo de desaparecer debido a la expansión agrícola y ganadera, y, por si fuera poco, los fenómenos climáticos que debido a las altas temperaturas y las extremas condiciones de sequía, se presume que para el 2050 el cacao podría ser un alimento exclusivo reservado para unos pocos.

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