Durante las fiestas de fin de año, nos podemos olvidar que existen otras celebraciones además de la Navidad y el Año Nuevo. Hanukkah (o Januca) es una de esas celebraciones. Una observancia dentro del judaísmo, esta fiesta, como muchas otras, tienen ciertas tradiciones gastronómicas. Latkes de papa, donas rellenas de mermelada, puré de manzana… Estas son algunas de las comidas tradicionales. ¿Quieres conocer más? ¡Te mostramos!
La comida
El aceite jugó un papel importante en la historia de Januca: la pequeña jarra de aceite que milagrosamente proporcionó combustible para el Templo Menorah durante ocho días. Es una tradición judía comer alimentos que reflejen el significado de una festividad, como la matzá en la Pascua y la manzana bañada en miel en Rosh Hashaná, y Januca no es la excepción. Durante al menos los últimos mil años, los judíos tradicionalmente han comido alimentos grasosos en Januca.
Entre los platos más populares de Janucá se encuentran los latkes de papa (panqueques) y el sufganiot (donas fritas).
En realidad, el aceite también es simbólico de la guerra espiritual librada por los Macabeos.
También se acostumbra comer productos lácteos en Januca, en conmemoración de la valentía de Yehudit.
Qué se celebra
Januca es el “festival de luces” judío de ocho días durante el invierno, que se celebra con una iluminación nocturna menorá, oraciones especiales y comidas fritas.
La palabra hebrea Januca significa “dedicación”, y se llama así porque celebra la rededicación del Templo Sagrado. También deletreado Hanukkah (o variaciones de esa ortografía), la palabra hebrea en realidad se pronuncia con un sonido gutural, “kh”, kha-nu-kah, no tcha-new-kah.
En el siglo II a. C., la Tierra Santa fue gobernada por los seléucidas (sirios-griegos), quienes trataron de obligar al pueblo de Israel a aceptar la cultura y las creencias griegas en lugar de la observancia y creencia mitzvá en Di-s. Contra todo pronóstico, un pequeño grupo de judíos fieles pero mal armados, liderados por Judá el Macabeo, derrotó a uno de los ejércitos más poderosos de la tierra, expulsó a los griegos de la tierra, recuperó el Templo Sagrado en Jerusalén y lo dedicó al servicio de Di-s.
Cuando trataron de encender la Menorah del Templo (el candelabro de siete ramas), encontraron solo una crusa de aceite de oliva que había escapado a la contaminación de los griegos. Milagrosamente, encendieron la menorá y el suministro de aceite para un día duró ocho días, hasta que se pudiera preparar aceite nuevo en condiciones de pureza ritual.
Para conmemorar y publicitar estos milagros, los sabios instituyeron el festival de Janucá.