Seguramente leíste por algún lugar este mito que identifica a la cebolla como un remedio poderoso ante enfermedades como tos, gripe o específicamente contra la viruela. Sino lo escuchaste te lo resumimos.
Esta historia, publicada en redes sociales relata cómo una familia de agricultores se salva de la viruela por el año 1918 en Estados Unidos gracias a la cebolla. Esta asegura que con solo tener una cebolla destapada en la habitación las bacterias desaparecen del ambiente, ya que aseguran que esta tiene la capacidad de absorberlas.
Si buscamos información al respecto, nos encontramos con que si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) describe detalladamente a la cebolla, sus características, propiedades e incluso usos farmacológicos frente al colesterol o la diabetes, en ningún momento respalda este hecho. Más bien, simplemente presenta “usos descritos en medicina popular, no respaldados por datos experimentales o clínicos” cuando se trata de confirmar beneficios en cuanto a enfermedades respiratorias o fiebres.
Así, muchas personas creen que las cebollas son capaces de absorber las bacterias y hacer que nuestro organismo quede libre de ellas. Sin embargo, este hecho no es cierto. Expertos como el Dr. Fernando Navarro y el Dr. Javier Precioso Costa, miembros de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) han negado que este alimento tenga algún efecto antibiótico y, aunque así fuera, la gripe y el resfriado están causados por virus, no por bacterias, lo que lo hace aún más erróneo. A la vez aseguraron que tampoco tienen un efecto antiviral.
Para explicarlo a más profundidad, se asevera que incluso, la idea de que un vegetal que se pone en una habitación podría absorber los gérmenes que se encuentran en el cuerpo de una persona ni siquiera tiene sentido. Esto porque así no es cómo funcionan realmente la ciencia y la enfermedad.
Lo que pasa es que, cuando te enfermas, las bacterias o virus microscópicos ingresan a tu cuerpo y allí pueden multiplicarse porque tu cuerpo actúa como un “huésped”. Por eso, cuando tu sistema inmunológico se da cuenta de la presencia de estos gérmenes invasores, libera anticuerpos para tratar de combatirlos.
Esta “batalla” es la causa de los síntomas que experimentas cuando te enfermas, por ejemplo, cuando tienes un resfriado, tu cuerpo comienza a producir exceso de mucosidad, puedes toser, tener dolor de garganta o dolor de cabeza debido a la hinchazón y la irritación creyendo que son consecuencias directas. Sin embargo, todos estos síntomas son en realidad las formas en que tu cuerpo combate los gérmenes.
Te aseguramos entonces, que ni siquiera es científicamente posible que una cebolla (o cualquier otra verdura, fruta, etc.) que se pone en una habitación extraiga todos estos gérmenes de tu cuerpo. No obstante, las cebollas prácticamente no contienen proteínas y no proporcionan un buen ambiente para que las bacterias o los virus se multipliquen o vivan, así que así menos podría dar resultado.
Yéndonos en una dirección distinta, se dice que las cebollas pueden ser más bien venenosas si estas se consumen guardadas y ya cortadas. A continuación, te contamos si esto es verdad.
Maldita.es, un sitio especializado en desmentir mitos de todo tipo aclara que el tecnólogo de los alimentos Miguel A. Lurueña “considera que no hay fundamento para hacer esas afirmaciones. Si se ha manipulado con higiene, no es peligroso comer cebolla cortada el día anterior, aunque “es recomendable conservarla a temperaturas de refrigeración, pero no porque vayan a producirse sustancias tóxicas, sino porque a temperatura ambiente pueden estropearse antes, al igual que ocurre con todos los vegetales”.
Además, Lurueña añade que “la cebolla, como el resto de verduras, no son alimentos que favorezcan especialmente el crecimiento de bacterias. En realidad, son mucho más peligrosos en ese aspecto los alimentos de origen animal, como la carne, el pescado o la leche”.
Sin embargo, siempre se recomienda seguir medidas estrictas de seguridad en la cocina, tales como mantener siempre limpios los utensilios de trabajo y el lugar donde se va a preparar, no poner en contacto distintos ingredientes crudos, cocinar cada uno a la temperatura recomendada y por último, conservarlos siempre en el refrigerador para evitar la proliferación de bacterias y patógenos.
Presentados estos datos, lo mejor es que, si te sobró la mitad de una cebolla, puedas envolverla rápidamente en una bolsita y guardarla dentro de tu refrigerador. Esto evitará la proliferación de tan mencionadas bacterias y patógenos.
Como ves, muchos mitos son difundidos en redes sociales. Ante esto, lo más recomendable es consultar distintas fuentes, incluso te invitamos a que lo hagas junto a nosotros y descubras mucha más información relacionada con este tema.
Cuéntanos, ¿tú ya sabías toda esta información?
Fuentes: El Español, Bekia Salud, Maldita.es, Salud sin bulos
https://www.bekiasalud.com/articulos/cebolla-cortada-resfriado/