Definitivamente, San Juan es una fecha muy esperada no solo en Bolivia, sino en diversas partes del mundo. Esta festividad está ligada al inicio del invierno, o en otros casos, el inicio del verano.
La agricultura juega un papel muy importante en este día: en el hemisferio sur (donde nos ubicamos) se celebra solsticio de invierno, que refleja el inicio de una nueva temporada agrícola. Esto se da porque nuestros antepasados se guiaban mucho por el ciclo solar, el cual indicaba cuándo se cosechaba y sembraba, por lo que se dieron cuenta de que, al producirse este clima, una nueva temporada se acercaba.
El sol para entonces, era considerado una divinidad, por lo cual celebraban diversos ritos y fiestas en su honor. Una de ellas, precisamente celebrada entre el 23 y el 24 de junio es el “Inti Raymi”, que significa que el dios Sol renacía para dar inicio a un nuevo ciclo anual.
Por otra parte, en la época de la colonia, los españoles ya tenían una celebración implementada a su cultura por parte de la religión cristiana, el nacimiento de San Juan Bautista. Pero, gracias al sincretismo en Bolivia esta se ha adaptado, juntando estas dos temáticas importantes.
Esta fiesta se ha celebrado durante muchos años con el fuego, por ello la costumbre de realizar fogatas (sin embargo, ante la conciencia ambiental, estas se han eliminado), esto porque es concebido como un símbolo de fertilidad y limpieza; el fuego limpia la tierra para obtener praderas verdes. Este era empleado para matar a la mala hierba y dejar el campo listo para una nueva cosecha.
San Juan es una noche mágica, se realza mucho el misticismo, incluye diversos rituales y celebraciones. Por ejemplo, los niños, antiguamente, corrían alrededor de la fogata para con sus risas espantar a los malos espíritus. A su vez, la gente solía jugar con agua como tributo a la labor de San Juan.
La fogata, por otro lado, representaba compartir en comunidad, estrechar vínculos. Además, era símbolo de “dejar ir lo viejo y darle la bienvenida a lo nuevo”.
Por su parte, la gastronomía también jugaba un papel muy importante, se consumían diversos alimentos y platillos, por aquí te presentamos algunos:
Bebidas calientes
Ya que prácticamente el invierno inicia en esta fecha, las bebidas calientes eran muy requeridas por la gente que se agrupaba fuera de sus casas. En esta lista podemos encontrar:
Ponches
De guinda, clavo, canela o lo que se quisiese.
El famoso “té con té”
Una combinación sencilla de Singani y té.
Sucumbé
La base de esta bebida se prepara con leche, canela y clavo de olor, una vez que ha hervido se puede incorporar espuma de dos maneras, batiendo la leche o incorporando claras de huevo batido. Paralelamente se añade Singani.
Api
La bebida dulce y caliente a base de maíz blanco o morado. Era acompañada con pasteles o buñuelos.
Leche de tigre
Muy parecida al sucumbé, pero con un grado alcohólico más elevado.
Tojorí
Hecho a base de mazamorra de maíz (willkaparu), molido en batán en trozos grandes.
Diana
Una bebida alcohólica conformada por Singani, leche y azúcar.
Platillos
Por supuesto, el hambre tampoco se hacía esperar, por lo que se recurría a los siguientes platillos:
Anticucho
Brochetas de corazón de vaca acompañadas de papa y salsa de maní que se cocinaban en el fuego.
Chorizos coloniales
Mayormente, provenían de Chuquisaca, se comía en pan, para no quemarte después de haberse cocinado en la fogata. Se lo conoce como “choripán”. Actualmente, este platillo ha evolucionado en los conocidos “panchitos” o jadock” que consiste en reemplazar el chorizo por una salchicha. Apthapi: Una costumbre o celebración Aymara en la cual se ofrecen alimentos de todo tipo, sobre todo chuño, papa, entre otros, que lleva cada invitado para compartir con la comunidad.
Papas cocidas en fogata
Si te regalaban una, no te iba a faltar alimento durante el año.
Lawas y todo tipo de sopas
Entre ellas encuentras lawas de choclo, Chairo, sopa de quinoa, etc.
Nuestras tradiciones y costumbres son lo que somos, por lo que no perderlas es parte de nuestro deber como bolivianos. Si bien algunas han cambiado porque nos dimos cuenta que dañaban a nuestro planeta en muchos aspectos, el significado de esta fiesta debe perdurar.
Estar en familia o amigos va mucho más allá de todo. En esta fecha festejemos como mejor podamos, aprovechemos de compartir momentos inigualables con nuestros seres queridos viviendo nuestras tradiciones y como no, acompañados de alguno de los platos típicos que ya te presentamos.
Si no te animas a preparar ninguno de ellos, queremos contarte que muchos restaurantes lanzaron opciones para que los pruebes por tiempo limitado para transportarte, gracias a sus sabores, a nuestras tan preciadas raíces. Así, al mismo tiempo, podrás ayudar a estos negocios gastronómicos que están pasando por momentos difíciles debido a la pandemia. ¡Apúrate, porque seguro se acaban!
¡Retomemos todo aquello que se ha estado perdiendo por mucho tiempo, todo lo que nos dejaron nuestros antepasados y disfrutemos de San Juan!