Marco Pierre White es uno de los chefs más jóvenes en obtener tres estrellas Michelin, imagínate, apenas tenía 33 años en ese entonces. Además, es considerado entre los fundadores de la cocina moderna y referente de la cocina francesa, y lo más sorprendente, sin siquiera haber pisado Francia.
Inicios
White, nacido el 11 de diciembre de 1961, dejó su natal Londres cuando tenía 16 años, con únicamente siete libras, una caja de libros y una bolsa de ropa. En busca de una gran oportunidad, comenzó a trabajar en el restaurante Le Gavroche, de Michel y Albert Roux.
En este lugar, recibió el apodo de “enfant terrible” (niño terrible) algo que increíblemente lo acompaña hasta el día de hoy. Años más tarde, cuando esta estrella apenas cumplía 24 años de edad, logró convertirse en chef de Harveys, en Wandsworth Common, donde obtuvo su primera estrella Michelin.
El éxito
Para gran sorpresa, durante esa etapa, el chef Gordon Ramsay formó parte de su equipo de trabajo, al igual otros chefs reconocidos mundialmente como Eric Chavot (Te Capital), Heston Blumenthal (El pato gordo) y Bryn Williams (Odette). Y, por si fuera poco, al año siguiente (1986), White ganó su segunda estrella Michelin y más tarde, luego de haber cumplido 33 años, se consagró como el mejor del Reino Unido con la tercera.
“Cocaína, el “sucio secretito” de la gastronomía”, afirmó alguna vez Gordon Ramsay como burla. No obstante, durante su temprana carrera trabajando en la cocina de Harveys, White expulsó regularmente a los clientes del restaurante si se ofendía por los comentarios dirigidos hacia su comida.
Fue muy controversial debido a su fuerte carácter, por ejemplo, cuando un cliente le preguntó si podía comer papas fritas con su almuerzo, White cortó a mano y cocinó personalmente las papas fritas, pero le cobró al cliente £ 25 por su tiempo. Como verás, durante su tiempo en Harveys, actuaba regularmente de manera impredecible, pasó desde arrojar platos de queso a la pared hasta atacar a su jefe de cocina que recientemente se había roto una pierna. “Solía volverme loco”, comentó el reconocido chef sobre esta vez.
White, incluso, una vez hizo llorar a Gordon Ramsay cuando este trabajó para él en Harveys al principio de la su carrera. “No recuerdo qué había hecho mal, pero le grité y lo perdí. Gordon se agachó en la esquina de la cocina, hundió la cabeza en sus manos y comenzó a sollozar”.
Retiro
Sin embargo, aunque White trabajó durante diecisiete años para perseguir su ambición, finalmente descubrió que, a pesar de sus logros, reconocimiento y fama, su carrera no le brindó los beneficios que buscaba en su vida personal. Entonces, en 1999 se retiró y devolvió sus estrellas Michelin.
“Estaba siendo juzgado por personas que tenían menos conocimiento que yo, entonces, ¿qué valía realmente? Le daba demasiado respeto a los inspectores de Michelin y me menospreciaba. Tenía tres opciones: podía ser un prisionero de mi mundo y continuar trabajar seis días a la semana, podría vivir una mentira y cobrar precios altos y no estar detrás de la estufa o podría devolver mis estrellas, pasar tiempo con mis hijos y reinventarme “.
“Yo nunca elegí ser chef. Esa no era mi necesidad”, dijo alguna vez. Aun así, Marco Pierre White sigue siendo un chef en tendencia. Actualmente, el reconocido cocinero es propietario de múltiples restaurantes, entre estos: London Steakhouse CO, Marco Pierre White Ireland y New York Italian. Además, ha escrito libros y participado en el show televisivo Master Chef.
Bonus
Entre las múltiples apariciones en medios masivos, White llegó a ser el jefe de cocina en la serie de televisión Hell’s Kitchen en 2007, donde recibió muchos comentarios criticando su dura actitud. Luego, el chef realizó diversas campañas y fue parte de muchos otros programas de televisión.
Definitivamente este chef es bastante controversial, sin embargo, debemos destacar más que nada su gran aporte a la cocina contemporánea, creando maravillosas obras de arte sin dejarse llevar por el conformismo. Así, White logró llevar a la cocina del Reino Unido a otro nivel, siendo muy perseverante y perfeccionista para llevar a los comensales a degustar lo mejor del sabor y el aspecto de la comida.