Emiliana Condori se describe como una mujer exigente, valiente, pero sobre todo amorosa tanto con su familia de sangre como la otra, en la que incluye a sus clientes más queridos. Esta caserita de rellenos de papa, un bocadillo callejero de la ciudad de La Paz, ha sido muy popular en estos últimos días gracias a su participación junto a otras vendedoras en la serie documental de Netflix, “Street Food Latinoamérica”.
Gracias al capítulo pudimos saber muchas cosas sobre la vida de Emiliana, pero hoy queremos contarte un poco más sobre esta mujer tan luchadora. La vida para “Emi”, como es conocida por muchos de sus clientes, no fue para nada sencilla.
Desde chiquita se dedicó a vender todo tipo de cosas para poder sobrevivir y ayudar a su familia. Vendía frutas, queso, ropa, pollo, carne, entre otras cosas que tuvo que intentar para generar ingresos. Ya cuando se casó con “Don Ilario”, se dedicaron primero a cocinar salteñas y humintas los fines de semana.
Luego de seguir buscando el negocio perfecto y no haber tenido mucho éxito con la idea de abrir un restaurante, un día el matrimonio decidió intentar con la venta de rellenos de papa, un platillo típico de las calles paceñas. “Me hacía reír, él quería moler las papas en el batán y se le resbalaban, pero como antes hacíamos humintas, yo tenía mi moledora chiquita a manija, entonces le dije que ahí lo íbamos a hacer y así fui puliendo la receta”, nos contó.
Atravesando distintas situaciones, entre ellas no muy gratas, finalmente Emiliana logró posicionar su negocio, volviéndose muy popular en la zona central de La Paz. “Los rellenitos han sido mi suerte. La gente no conocía, ha sido difícil hacernos conocer y convivir con las señoras de por ahí y con la guardia municipal, pero ahora estoy contenta, quería también que mis hijas salgan profesionales y me han respondido, la mayor es periodista y la menor economista, así que soy feliz”, mencionó.
La caserita nos contó, que su motivación ahora que ha podido darles lo mejor a sus hijas es su nieta, a quien se refiere con mucho cariño, ternura y como algo único en la vida. Sin embargo, también se enfoca en su vida a futuro, trabajando para continuar teniendo una vida digna una vez que decida jubilarse.
Emiliana vende rellenos de papa hace más de 30 años y asegura no aburrirse nunca, por el contrario, amar lo que hace y el lugar en donde acostumbra a pasar casi todo el día pese a los grandes sacrificios que representa. “La parte que más disfruto es empezar a cocinar, cuando dejo listos todos los puestos recién estoy tranquila. Yo duermo como pollito nomás, me levanto tres de la mañana, así tenga un acontecimiento y duerma dos horitas igual me levanto”, comentó.
Los rellenos de papa son un bocadillo muy querido por mucha gente, pero la caserita atribuye el éxito específicamente de sus preparaciones al amor, cariño y esfuerzo que adiciona en el proceso. “Esa es la sazón de mi producto, porque no lleva condimentos ni cebolla, nada de sazonadores, por eso, incluso llevan a los hospitales, me dicen no sé qué voy a llevar, y llevan.
El ambiente en su trabajo es otra cosa que disfruta mucho. Todos los días significa estar feliz, distraerse y charlas con sus clientes, dentro los que incluso conoce desde pequeños a varios profesionales como abogados, ministros, oculistas y hasta defensores del pueblo. “En mi puesto me divierto, prefiero estar ahí o hacer compras, me distraigo, me olvido de todo”, dijo.
Y, por si fuera poco, se aburre menos del sabor de su producto, afirmó que se ha acostumbrado mucho a él, come por lo menos dos o tres rellenos al día y su favorito es el de arroz (además de papa, Doña Emiliana prepara rellenos de plátano y arroz). Pero, si quieres saber cuál es su platillo callejero favorito, debes saber que es el caldo de res o pollo, el cual suele consumir en sus tiempos libres.
En cuanto a las grabaciones de la serie documental Street Food, Emiliana no había caído en cuenta de lo que significaba participar en la entrega. “No había tomado tan en cuenta al principio, para mí era diversión, he ido a comer unos platos extraños con los gringuitos, nos hemos ido a pasear, a comer, para mí era divertido, no pensé que iba a ser así, recién he asimilado todo”.
Si bien llegaron a su mente preocupaciones relacionadas a lo que podría llegar a opinar las personas, el efecto fue totalmente positivo, ahora la gente se acerca más al puesto a conocerlas, sacarse una foto con ella a agradecerle e incluso la contactan de diferentes partes del mundo. Además, no niega que esto fue un gran impulso para su negocio, el cual se había debilitado un poco por la pandemia.
“Fue una experiencia única y bonita, llegaron a mi casa a las 4 de la mañana a grabar, ese día fue divertido. Fueron dos semanas, trabajaba e iba a hacer esto como un trabajo más, algo muy bonito. Agradezco mucho a la señora Sumaya, a la Marcia, al Álvaro, a Tamara y a Dan”.
Casi terminando el capítulo, se puede observar a Emiliana muy emocionada hasta el borde de las lágrimas, ella nos cuenta que sus sentimientos en ese momento fueron totalmente reales. “Después de eso, me he mirado en el espejo y me he dicho: Emiliana, a ti no te han parido de dos en dos, los hijos han salido de ti, ellos están antes, después y tú eres la doña Emiliana; la vida sigue”.
Al mismo tiempo, agradeció nuevamente al equipo que la acompañó: “Aparecieron en un tiempo en el que yo me estaba hundiendo, tenía mucha rabia sin poder contar a quién, pero llegaron ellos y me han ayudado a salir adelante, han llegado como anillo al dedo. Me dieron mucha fuerza; ya soy más valiente y macha”, expresó.
A raíz de la cuarentena estricta dictada en marzo de este año, la caserita se vio muy conflictuada por las ventas que no podía realizar después de más de tres décadas, pero, sobre todo, por sus familiares en El Alto, los cuales no podían trabajar como todos los días con ella. Sin embargo, no dejó de ver el lado positivo a las cosas e intentó pasar de muy buena manera todo el tiempo que duró la modalidad.
Sin duda alguna, Emiliana es una mujer que ha pasado por mucho, pero que siempre enfrenta las situaciones y les pone una sonrisa al final del día. Si algún día quieres conocerla y probar su especialidad, no dudes en buscarla en la Avenida Mariscal Santa Cruz o mantente atento, porque ya nos aseguró que pronto estará disponible para delivery.