La ajipa es una leguminosa originaria del lado oriental de Los Andes que crece entre los 800 y los 2.600 m.s.n.m. o incluso en tierras más altas en un clima templado. Las poblaciones que la han cultivado durante muchos años le tienen mucho cariño y fe, pues sus cualidades han demostrado que puede ser un alimento muy bueno en más de un sentido.
Sus beneficios para la salud se relacionan con los problemas de gastritis, pues al parecer, la raíz, que es la parte más consumida, actúa como un gran antiácido, protegiendo la mucosa gástrica. Muchos prefieren consumirla como zumo.
Esta misma parte, además, contiene las siguientes características nutricionales:
- Contiene minerales como nitrógeno, potasio, calcio, fósforo y hierro.
- Es muy rica en fibra, proteínas, carbohidratos, azúcares y almidón.
- Su contenido calórico es elevado, representando una gran fuente de energía si se la consume equilibradamente.
Las semillas, empleadas en la alimentación animal, por otra parte, “son ricas en proteínas, almidón, azúcares, minerales y aceites ricos en γ-tocoferol y ácido palmítico”, describe GustuBlog. “Sus vainas (…) (son fuente) de proteínas, por lo que puede constituir un forraje de alto valor nutritivo, y sus hojas presentan rotenona, efectivo insecticida natural biodegradable”, indica la misma fuente.
Sin embargo, como mencionábamos hace poco, el consumo debe ser limitado e incluso para algunos nulo, ya que, gracias a la cantidad de almidón que contiene, podría alterar la glicemia en las personas diabéticas.
En cuanto a sus cultivos, la planta de la ajipa tiene una gran resistencia a una variedad de plagas como la rotenona que es “una sustancia de origen vegetal utilizada antiguamente como insecticida”, asegura El País, que se ha comprobado, contienen las hojas y tallos de la planta, resultando ser un insecticida natural. Esta característica es muy beneficiosa, puesto que su cultivo representa una acción para reducir el impacto de la actividad agrícola en el medio ambiente al reducir el uso de plaguicidas en su proceso.
Asimismo, como muchos cultivos de altura, la planta es resistente a periodos de sequía y “suelos pobres en materia orgánica”, convirtiéndolo en un cultivo capaz de florecer en condiciones extremas, cuidado durante años por poblaciones en los Valles Interandinos y Yungas de Bolivia, Sur de Perú y Noroeste de Argentina.
Producción
Hasta donde sabemos por nuestras fuentes consultadas, esta leguminosa en Bolivia, proviene en su mayoría de cosechas en “Caraparí, y comunidades ubicadas en la ribera del Pilaya, pero los principales proveedores son los productores carapareños”, todo en territorio tarijeño. Su temporada es bastante extendida, pues se incluyen los meses desde finales de marzo hasta el mes de noviembre (puedes encontrarla aún) y su precio aproximado ronda los 20 y 25 Bs si decides comprarla por cuartilla.
Uso y consumo
La Ajipa no es muy popular actualmente y ha perdido protagonismo desde las épicas de la colonia, por ello, su cultivo es mínimo en el país, en realidad muchas veces solamente privado. Sin embargo, quienes gozan de tenerla aprovechan sus cualidades al máximo, obteniendo un sabor dulce al consumir la raíz al natural o preparándola con diferentes métodos de cocina. Incluso, su cáscara es utilizada como diurético al ser hervida o la pasta de la pulpa como remedio para la piel.
Como dato curioso, cuando se acerca la celebración de Corpus Cristi, la ajipa es utilizada como vaso para la tradicional chicha de uva.
¿Viste? La ajipa es un alimento altamente nutritivo y su sabor no es para nada desagradable, por el contrario, seguramente te gustará mucho si no la has probado aún. Como te decíamos, el consumo es muy pobre, por lo que la producción también. Contribuyamos a que esta planta no quede en el olvido y démosle una oportunidad, puedes consumirla de muchas maneras.
¿Ya probaste ajipa?
Fuentes: GustuBlog, El País, Opinión