El recalentado es toda una tradición en esta época, pues las fiestas se celebran con bastante comida que en su mayoría sobrepasa el número de comensales, generando que esta sobre en grandes cantidades, haciendo que se tenga que consumir los días siguientes. Para muchas familias, este no es un hecho triste, pues es una excusa más para seguir uniendo a la familia alrededor de una buena comida.
Como sea, guardar estos alimentos y volverlos a consumir puede parecer una acción muy sencilla, pero se requieren distintos cuidados y estrategias para que estos sean seguros para la salud y conserven su sabor. Por ello, a continuación, te daremos varios consejos para un recalentado perfecto.
Para que siga sabiendo delicioso
- Los cocineros recomiendan calentar con el mismo tipo de grasa que se le puso en un principio. Por ejemplo, si es bacalao recalentar con aceite de oliva o si son romeritos u otro ingrediente con manteca, el punto es no cambiar el sabor.
- Si estás calentando carne de cerdo se recomienda que cortes la carne en rodajas muy finas en una charola extendida y le agregues un poco de agua, algún caldo que tengas o, incluso, un poco de vino para luego ponerlo al fuego con una tapa para que vaporice el mismo caldo. Este mismo líquido que añadas será absorbido por la misma carne evitando que las tiras queden secas.
- No le agregues más sal, en el recalentado se concentran los sabores y podrías llegar a salar de más, arruinando tu comida.
- Puedes separar porciones de cada platillo y ponerlas en bolsas con cierre o en recipientes para congelarlas, así tendrás una porción lista para consumir.
- Si vas a recalentar en un microondas, asegúrate de que tu comida está cubierta y distribuida uniformemente en el plato o recipiente, así estará toda calientita.
Para que sea seguro
1. La temperatura
Este es uno de los pasos más importantes, ya que de ella depende que los alimentos puedan contaminarse y hacernos daño. Se recomienda recalentar hasta 74ºC, pero sino se tiene un termómetro para medir, esperar hasta que los líquidos hiervan adecuadamente durante unos 5 o 10 minutos para asegurarnos de haber eliminado cualquier tipo de bacteria.
Además, debes controlar bien la temperatura, ya que, si esta cambia o se rompe la cadena de frío, es posible que surjan los microbios.
2. Una vez es suficiente
La ley de oro del recalentado es, precisamente, no recalentar más de una vez, ya que esto podría asegurar a los alimentos de una contaminación microbiológica. Para esto también es efectivo dividir en porciones la comida o simplemente calentar la cantidad que uno está seguro que podrá terminar.
3. Organiza bien el espacio en el refrigerador
Ten siempre en cuenta que los refrigeradores tienen secciones más y menos frías. En la más fría guarda los alimentos más perecederos como carnes. En la zona menos fría guarda las verduras y frutas, cuidando que no se humedezcan. En la parte media van los alimentos que requieren menos frío, como los lácteos, en este caso, salsas o postres que los contengan.
La puerta es la zona más expuesta a los cambios de temperatura. Ahí puedes guardar las bebidas, la mantequilla, las salsas o también los alimentos envasados.
4. Ojo con los tiempos de conservación de cada alimento
- Los embutidos y la carne cruda de pollo, pavo, cerdo o ternera duran solo entre 1 y 2 días, si están cocidas, unos días más con supervisión.
- La hamburguesa y las preparaciones con carne molida de vaca, pavo, ternera, cerdo también duran entre 1 y 2 días.
- Las sopas duran 1 o 2 días.
Los alimentos más perecederos son:
- Carne cocida o comida que contenga carne, como guisos o lasaña
- Pollo
- Salsas que contengan leche o crema
- Pescados y mariscos
- Arroz y pasta
- Comida que contenga huevos, frutos secos u otras comidas ricas en proteínas
Por ello, cumple siempre los anteriores puntos así tendrás una conserva efectiva y más prolongada, pues un descuido puede echar a perder fácilmente cualquiera de estos.
5. El orden y la limpieza son importantes
La seguridad de tu comida será mayor si, además de colocarla bien en el refri, te aseguras de que este no se encuentre sobrecargado, pues esto limita la circulación del frío.
Otra acción fundamental es limpiar al momento en caso de cualquier derrame de algún líquido, con esto le das menos oportunidad a las bacterias para que se desarrollen, y también evitas contaminar otros alimentos, algo que se conoce como contaminación cruzada.
6. No necesitas descongelar a temperatura ambiente
Para evitar cualquier accidente bacteriano, lo mejor es que recalientes inmediatamente después de sacar la comida del refrigerador o congelador sin dejarla al aire libre por algún período de tiempo.
Esos serían los consejos que tenemos para ti hoy, pero nunca está demás volver a recomendarte que revises tu refrigerador constantemente y que tires lo que se haya estropeado inmediatamente, es mejor que no te arriesgues. Recuerda que la mayoría de los alimentos y platillos pueden congelarse con tranquilidad, más sabiendo que pueden rendir para el almuerzo de más de un día.
¡Disfruta de estos platillos una vez más con mucha seguridad y rememora esos sabores que solo se sienten en una temporada!
Fuentes: BBC, Salud Digital, Cocina Fácil, Última Hora