Soluciones para frenar el desperdicio de alimentos desde casa

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El desperdicio de alimentos es un problema de gran relevancia en el mundo, pues enormes cantidades de comida son desechadas cada año, representando cifras sorprendentes que incluso podrían alimentar a miles de personas que sufren desnutrición en el mundo. Esta temática tiene distintos orígenes en los que se incluye el consumismo desmedido y compulsivo, la falta de información sobre el tema y la poca concientización, pues el desperdicio también trae consecuencias al ambiente. 

Esta situación contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al calentamiento global, otro problema que debe frenar cuanto antes. El desperdicio se ha normalizado en muchas regiones, pues las personas están acostumbradas a comprar comida en exceso, descuidar sus alimentos y dejar que caduquen fácilmente y en sus restaurantes o comidas, servir porciones que los comensales no consiguen terminar. 

Y es que, como te decimos esta problemática encierra muchos factores a considerar: cuando desperdiciamos comida, desperdiciamos el trabajo, el esfuerzo, la inversión y los maravillosos recursos (como agua, semillas, etc.) empleados en su producción que se nos han sido obsequiados para bien. Imagínate, solo entre los procesos de cosecha y el nivel minorista se pierden cerca del 14% del total de alimentos producidos en todo el mundo (pérdida de alimentos), otro porcentaje lo representan las ventas minoristas y otros, las familias en casa (desperdicio de alimentos).

¿Cuándo se pierden y desperdician los alimentos?

El desperdicio no se genera solamente cuando no consumimos la comida porque consideramos que está en mal estado o cuando nos equivocamos al calcular la cantidad que vamos a ingerir. En realidad, existen muchas razones por las que un alimento es desechado sin ser consumido, como su pérdida durante el transporte o que no sea adquirido antes de caducar. Se calcula que, en los países en desarrollo, el 40 % de la pérdida de alimentos se genera durante las etapas de cosecha y procesamiento. Mientras que, en los países industrializados, el 40 % de la pérdida sucede a nivel de minorista o de consumidor final.

Otras consecuencias

Además de los factores que ya te mencionábamos, el desperdicio de alimentos representa una pérdida económica significativa, más o menos como un billón de dólares. Si este es reducido únicamente en un 20 % significaría un ahorro de 100.000 millones de dólares.

Para ello es necesario entender que todos podemos ser parte del cambio, desde agricultores, productores y distribuidores hasta clientes y propietarios de tiendas.

Las soluciones para hacer frente al desperdicio de alimentos

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) nos recomienda: 

Tener una dieta más saludable 

Mejor si los alimentos que eliges son sostenibles, preparar comidas nutritivas para tu familia es una gran opción para cuidarte a ti y al planeta. 

Compra solo lo que realmente vas a consumir

Para esto puedes planificar un menú semanal o mensual, prepara tu lista de compra y lleva lo necesario sin abusar. Verás que ahorrarás dinero y desperdiciarás menos. 

No te dejes llevar por la apariencia 

Las frutas y verduras magulladas o con formas extrañas tienen el mismo sabor que las perfectas y existen muchas formas de aprovecharlas. Puedes hacer postres, sopas o batidos.

Distribuye bien los alimentos en el refrigerador

La organización nos aconseja ubicar los productos más antiguos en la parte delantera del lugar de conserva y los nuevos en la parte trasera. Puedes ayudarte de contenedores herméticos para mantenerlos frescos.

Fíjate bien en las etiquetas

Existe una gran diferencia entre los productos que indica las fechas de “consumo preferente” y “caducidad”. A veces los alimentos siguen siendo permitidos para el consumo pasada la fecha de “consumo preferente”, eso sí, la fecha de “caducidad” indica el momento en que el consumo deja de ser inocuo. 

Mide las porciones

Para evitar el desperdicio puedes servir en casa porciones más pequeñas o compartir platos más grandes en los restaurantes.

Administra las sobras

Dale una segunda oportunidad a las sobras que pueden conservarse y añádelas en nuevas recetas.

Haz un buen uso de los alimentos en desperdicio

En vez de tirar a la basura los desechos de comida, puedes elegir preparar compost con ellos. Así, devolverás nutrientes al suelo y reducirás tu propia huella de carbono.

Infórmate sobre tus alimentos

Los alimentos también pueden restablecer una relación con nosotros si conocemos el proceso de producción que comportan. Conocer a nuestros productores también es una buena opción.

Apoya a los productores

Esto es tan sencillo como adquirir productos locales de agricultores familiares y pequeñas empresas de tu comunidad. 

Reduce el uso del agua

“La reducción del desperdicio de alimentos también ahorra todos los recursos hídricos empleados en su producción”. Desde casa, podemos disminuir de otros modos el consumo de agua: arreglando las goteras o cerrando el grifo mientras te cepillas los dientes.

Comparte tu comida

En el mundo existen organizaciones como el Banco de Alimentos que se encargan de gestionar alimentos permitidos para el consumo que de otra manera se desperdiciarían, llevando estos a hogares e instituciones con bajos recursos. Desde casa podemos hacer lo mismo con nuestros vecinos. 

Alrededor del mundo, muchas empresas colaboran con estas organizaciones o deciden frenar el desperdicio en sus procesos. Ahora que conoces las estrategias para colaborar desde casa, no dudes en aplicarlas y compartirlas con tus conocidos. El cambio está también en nuestras manos, más ahora que estamos atravesando una época difícil en la que necesitamos transformar y equilibrar la forma de producir y consumir nuestros alimentos. 

Pequeñas acciones recurrentes generan un gran cambio, ¡todos podemos ayudar!

Fuentes: FAO, Sostenibilidad Para Todos, BBC 

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