Las semillas de girasol, conocidas en muchas regiones, más no consumidas en grandes cantidades, son un tesoro que guarda muchos beneficios. Además, es muy fácil consumirlas, tanto en su formato original como en diferentes preparaciones.
Están ubicadas en el centro del girasol, una flor que seguramente conoces perfectamente. Las semillas están cubiertas generalmente por una capa oscura con rayas blancas a lo largo, hay personas que las llaman pipas, maravillas o maíz de teja.
Su origen se remonta en América y se sabe que fue domesticada primero en México al menos hasta 2,600 A.C. Incluso, para los aztecas y otomíes, el girasol representaba a la deidad del sol. Luego de llegar a Europa, su mayor comercialización se dio en Rusia y hoy en día, el más grande productor es Ucrania, seguido de Rusia y Argentina, completando los tres primeros lugares.
Ahora que conoces su historia, debes enterarte de sus grandes cualidades:
Mejoran el estado de ánimo
Son ricas en proteínas, sustancias que contienen aminoácidos, como el triptófano, un precursor de la serotonina, reconocido como neurotransmisor que, en niveles bajos, se asocia a la depresión y la obsesión. Estas propiedades pueden ayudar a mejorar los síntomas del estado de ánimo de mujeres que padecen del síndrome premenstrual, así como de las personas con depresión si se consume con alimentos ricos en carbohidratos para mejorar la absorción.
Es un gran alimento durante el embarazo
Al ser rica en ácido fólico, una vitamina B que es requerida por nuestro organismo para la división celular es un gran alimento para llevar un buen embarazo, ya que los niveles insuficientes de esta pueden aumentar el riesgo de defectos del tubo neural y la espina bífida en el bebé e incrementan las probabilidades de bajo peso al nacer o de nacimiento prematuro.
Contribuye al control del peso
El triptófano que contienen ayuda a controlar al regular el apetito que produce saciedad. Además, son ricas en grasas saludables que también son ideales para perder grasa.
Son provechosas para la salud del cabello
Su contenido de biotina, una vitamina B necesaria para metabolizar las grasas, los carbohidratos y las proteínas le permite ser un apoyo para la salud del cabello, que está hecho de proteína. Es más, estudios en animales revelaron que la introducción de las semillas de girasol en la dieta de los perros mejoró la salud de su pelo.
Tratan infecciones por hongos
Esta arma secreta lucha efectivamente contra estos males, pues según un estudio, el 90.5% de las personas que aplicaron el aceite de girasol ozonizado dos veces al día durante tres meses en la zona afectada, consiguieron erradicar la infección por completo.
Son buenas para la piel
El aceite natural que contienen las semillas mejora la hidratación de la piel, formando una barrera protectora sobre ella y evitando que la humedad escape.
Ayudan a dormir mejor
Nuevamente el triptófano es el responsable al ser el aminoácido que participa en la síntesis de serotonina y de melatonina, una hormona que regula el sueño. Para obtener este beneficio también es necesario consumir las semillas de girasol con algunos carbohidratos para favorecer la absorción de este aminoácido y lograr así un sueño reparador.
Optimizan la salud cardiovascular
Estas pipas tienen nutrientes que pueden ayudar a mantener su corazón sano, ya que son una gran fuente de grasas saludables y fitoesteroles beneficiosos. Este tipo de grasas son excelentes para equilibrar los niveles de azúcar en sangre, y junto a los fitoesteroles, disminuir el colesterol malo.
Fortalecen los huesos
Al ser ricas en calcio se consideran como un gran aporte en la dieta de cualquier persona y más para aquellas que sufren descalcificación de los huesos.
¿Cómo consumirlas?
Las semillas de girasol son muy versátiles en la cocina, pues pueden formar parte de ensaladas, pero también de arroces, platos elaborados a base de verduras o sopas. Además, son excelentes complementos para preparaciones caseras como pan y otros productos de panadería como galletas.
Como comentábamos, también pueden consumirse simplemente como un tentempié saludable por la tarde o para el desayuno, ya sea para adultos o para niños. Te recomendamos añadirlas a una ensalada de frutas o con helado, tratando de quitarle la cáscara que la recubre.
No cabe duda de que no solo son deliciosas, sino también bastante nutritivas, ¿las consumes constantemente?
Fuentes: El Poder del Consumidor, EcoInventos, Psicología y Mente