La leche de almendras es una bebida de origen vegetal que se ha estado popularizando entre muchas otras, no solo como opción vegana, sino también como un elemento nutritivo que complementa la dieta. Los beneficios que contienen las almendras son varios, por lo que este sustituto de la leche de origen animal no se queda atrás, otorgándonos todos.
Continúa leyendo y descubre las sorprendentes propiedades de esta bebida que se elabora desde la Edad Media y se obtiene a partir de la molienda del fruto seco mezclada con agua.
Es muy nutritiva
Es un gran alimento por ser totalmente vegetal, natural y equilibrado, pues en su mayoría, tampoco contiene aditivos ni conservadores. Además, es rica en vitaminas E, D y A, y sustancias como proteínas, omega 6, zinc, calcio, hierro, magnesio y potasio.
No contiene muchas calorías
Se ha comprobado que la bebida de almendras es más baja en calorías que la leche de vaca sea descremada o no, ya que esta segunda contiene una mayor cantidad de colesterol en comparación a la primera. Es más, un vaso de leche de almendra contiene aproximadamente 70 calorías mientras que la de vaca contiene cerca de 86 calorías.
Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas
Diferentes estudios de observación comprobaron que consumir almendras regularmente está relacionado con la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas gracias a que tienen un alto contenido en grasas saludables. La leche de almendras tiene el 1% de su peso en aceite, del cual casi el 90% es insaturado.
Además, se cree que la vitamina E, junto con los compuestos vegetales bioactivos como los polifenoles tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que también son buenas para la salud del corazón.
Es el sustituto ideal para las personas intolerantes a la lactosa
Las personas intolerantes a la lactosa no digieren ni procesan bien la lactosa, lo que generalmente produce dolor de estómago. Al no contener esta sustancia u otros productos animales, la leche de almendras es una gran opción para personas veganas y para aquellas que son intolerantes o alérgicas a la leche.
Es rica en vitamina D
Tener niveles bajos o deficientes de vitamina D, puede aumentar el riesgo de huesos frágiles, fatiga y músculos débiles, por lo que muchos creen que la única solución es consumir leche de vaca. Sin embargo, la leche de almendras suele contener vitamina D agregada, convirtiéndose en una buena opción de la misma manera. Por ejemplo, 1 taza de leche de almendras puede contener 2.62 microgramos y una taza de leche de vaca enriquecida con vitaminas contiene cantidades similares.
Contribuye a la salud gastrointestinal
Esta bebida tiene un alto porcentaje de fibra, cualidad que protege la pared de los intestinos, sobre todo a nivel del colon. A su vez, regula la velocidad de absorción de azúcares y colesterol. Nos ayuda a un buen proceso de digestión y sirve para mejorar nuestras condiciones gastrointestinales.
Es perfecta para el cuidado de la piel, el pelo y las uñas
Contiene mucha vitamina E y vitamina B2 que son elementos esenciales para prevenir el envejecimiento prematuro y la deshidratación en la piel. Además, ayudan a eliminar el acné y las espinillas.
Ayuda a reponer sales minerales
Cuando se sufre de diarrea o vómito suelen disminuir los niveles de potasio, la leche de almendra puede ayudar a reponerse brindando esas sales minerales que se pierden durante el malestar.
Es rica en antioxidantes
Las almendras aportan un extra de energía y son ricas en antioxidantes, por lo que tienen la capacidad de reducir el impacto de los radicales libres en el cuerpo, moléculas que aceleran el envejecimiento de la piel y de los demás órganos.
Ahora que conoces sus beneficios, es hora de que la pruebes con esta receta:
Leche de almendras
Ingredientes
1 taza de almendras peladas crudas sin sal ni aceites
3 tazas de agua
Azúcar y sal (opcional)
Esencia de vainilla (opcional)
preparación
- Poner en remojo la taza de almendras durante toda la noche o un mínimo de 8 horas. Escurrimos las almendras del agua enjuagándolas bien con agua fresca y agregamos a la licuadora, añadiendo 3 tazas de agua. Licuamos durante unos 10 minutos alternando diferentes velocidades en la licuadora.
- Cuando se convierta en un líquido blanquecino, podemos añadir si queremos algo de azúcar y una pizca de sal e incluso esencia de vainilla para potenciar el sabor. Colamos la leche de almendras a través de un tamiz o colador de tela en una jarra grande.
- Repetimos una o dos veces hasta que no haya ningún rastro de piel de almendra en la leche.
Y listo, ¡ya puedes consumir tu deliciosa leche de almendras o bien guardarla cerrada en algún recipiente en el frigorífico, donde se mantendrá por 3 o 4 días sin problema!
Eso sí, antes de que te vayas debemos darte algunos datos importantes:
- A menos que la bebida de almendras esté adicionada con estos componentes, siempre debe ser complementada con otros alimentos que proveen proteínas, calcio, entre otros. pues a diferencia de la leche de vaca no las contiene.
- Pon atención en cuánta azúcar añadida contiene o le adicionamos a la leche que consumimos, pues poner más de la recomendada resulta contraproducente.
- La leche de almendras no es recomendada para personas que tienen problemas de tiroides, ya que su consumo regular puede aumentar el problema.
- Consume esta bebida con moderación, todos los extremos son malos.
Ahora sí, disfruta de esta gran opción y aprovecha todos sus beneficios, ¡es muy fácil de preparar!
Fuentes: Almendrina, Medical News, Gastrolab, La Nación