¿Ropa hecha de comida? Como lo acabas de leer. La conciencia medioambiental ha aumentado de forma exponencial en el último siglo gracias a que tanto ciudadanos como instituciones están comenzando a tomar acciones para cuidar nuestro medio, llevar un estilo de vida sostenible y colaborar en lo posible con la lucha contra el cambio climático. Dentro de estas acciones, cada día aparecen nuevas propuestas para hacer de nuestro planeta un lugar mejor aprovechando parte de lo que ya consumimos y reciclando lo que sobra para fabricar cosas novedosas.
Este aprovechamiento es un gran punto de partida y uno de los campos más interesantes es la aplicación en la moda sostenible que puede ser fácilmente llevada a cabo, pues según FastCo, cada año se comen unos 100 mil millones de plátanos con sus 100 mil millones de cáscaras, que junto a otras frutas como piñas, pueden ser las fuente perfectas para fabricar la ropa del futuro.
Estas opciones tienen grandes beneficios, ya que no solo minimizaría el impacto que tienen nuestras actividades y consumo hacia el planeta en donde cohabitamos como lo es la moda y al mismo tiempo el desperdicio, tanto como de prendas como de alimentos que pueden tener una segunda oportunidad. Estas acciones, además, forman parte de la “moda circular”, una tendencia del movimiento slow fashion revolution que apuesta por métodos sostenibles desde el diseño hasta el consumidor.
Enseguida te mostramos las más destacadas:
Cuero vegetal hecho de piña: Piñatex
La piel y el cuero son uno de los materiales favoritos de los amantes de la moda cuando se trata de bolsas y zapatos. Sin embargo, se han visto alternativas para dejar de hacer daño al ganado, además de que es uno de los mayores contaminantes. Piñatex es un material 100% vegano que se elabora con los desechos de la piña, empleando en el proceso desde su cáscara hasta sus hojas para crear una tela totalmente ecológica más similar al cuero de lo que se pensaba.
Su elaboración, por si fuera poco, utiliza los residuos de la piña para convertirlos en tela creando una biomasa que también se puede convertir en fertilizante. Además algunas investigaciones que todavía faltan concretarse se encuentran indagando sus posibles propiedades antibacterianas que podrían hacer que esta tela funcione para materiales médicos como vendajes.
Nopal como apoyo del algodón, Desserto
En México, dos emprendedores consiguieron crear la primera tela orgánica hecha a base de una combinación de algodón con nopal, un tipo de cactus comestible que se utiliza en la cocina para múltiples recetas. Tal parece que este producto tan particular se puede utilizar para la elaboración de textiles eco amigables que gracias a estos dos elementos, se componen de un material bastante resistente con una duración de por lo menos 10 años.
Cabe resaltar que el cultivo del nopal no requiere de mucha agua para su crecimiento y otro punto a favor es que culmina en una tela transpirable de uso multifacético, pues puede ser aplicada en otros ámbitos como la fabricación de ropa hasta en la industria automotriz.
Seda hecha con naranja, Orange Fiber
Esta empresa compuesta por dos diseñadoras italianas creció siguiendo su objetivo: ser una opción sostenible para la fabricación de textiles y lo consiguió después de muchos años de investigación, gracias a la extracción celulosa del jugo y cáscaras de cítricos para luego convertirlos en un textil muy parecido a la seda, tanto en aspecto como en calidad que además es totalmente biodegradable y reutilizable.
La tela ha sido tan exitosa que se ha convertido en una de las telas veganas más conocidas por su finura. Incluso, firmas como Salvatore Ferragamo se convirtieron en uno de sus embajadores dando impulso y fuerza a esta gran opción lanzando al mercado una colección especial llamada Ferragamo Orange Fiber Collection que se reveló en el Día de la Tierra del año 2017.
Hilos con residuos de café, S. Cafe.
Singtex: esta fábrica de textiles tiene origen en Taiwán y está a cargo de Jason Chem, que es en realidad la tercera generación al mando. Un día, observó cómo unas señoras recogían los residuos de café molido de un Starbucks y luego de investigar y encontrar que el café molido quita los malos olores corporales, junto a su esposa decidieron crear una marca que llamaron S.Cafe.
S. Café se trata de un proceso que combina poliéster hecho con botellas recicladas con los residuos de café molido para crear hilos que a continuación se usan para hacer tela y por lo tanto, para la elaboración de ropa. Marcas reconocidas como Timberland han utilizado esta alternativa para la fabricación de sus prendas, dejando expuestos sus dos beneficios: ser sustentables y contrarrestar el mal olor de pies.
Como dato curioso, los residuos de café que utiliza Singtex se obtienen de tiendas como Starbucks y Seven Eleven en Taiwán.
Como verás, la creatividad no tiene límites y fácilmente se puede aprovechar esta para hacer un bien a nuestro medio ambiente. Esperemos que este paso sea cada vez más grande y consigamos ser sustentables en muchas más actividades y productos de nuestro día a día.
¿Habías escuchado sobre estas telas?
Fuentes: Gourmet de México, Hipertextual