Las habas son la versión más fresca y tierna de una legumbre, se presentan en vainas verdes y se pueden comer en crudo o cocinándolas. Asimismo, contienen pocas calorías pero muchos nutrientes, y si bien requieren de una preparación especial, merece la pena el esfuerzo. Esta es una planta herbácea de la familia de las fabáceas o leguminosas cuyas semillas crecen en el interior de una vaina. Por lo tanto, comparten familia con las legumbres, pero, en su versión fresca o tierna, se considera más una verdura tomando en cuenta sus efectos nutricionales y también prácticos.
Estos alimentos crecen durante el invierno y ofrece su cosecha ya a finales de la estación más fría. Resiste bien las heladas pero le gustan las temperaturas templadas. Su aporte nutricional trata de lo siguiente: aporta unas 55 kcal por 100 g de porción comestible fresca y prácticamente no tiene nada de grasa. Además, destaca por su contenido en proteínas vegetales, fibra y vitaminas A y C, y cabe resaltar que es una buena fuente de minerales como potasio y tiene un bajo aporte de hidratos de carbono.
Por su sabor tan peculiar puede que no sea muy consumida, pero te aseguramos que con las recetas indicadas vas a querer disfrutar de ella toda la semana, incluso con su cáscara, y ya no pensarás dos veces en comprarla o la desecharás al no saber cómo emplearla:
¿Qué te parecieron las recetas? No desaproveches esta gran oportunidad y disfruta de todo el sabor y los beneficios que tienen para ti las habas. ¡Son un complemento perfecto para tu dieta!