Los alimentos, por naturaleza, con el paso de los días tienden a echarse a perder y existen condiciones externas como la temperatura o la humedad, que provocan que este proceso se acelere y terminemos desechando los mismos, pues pueden hacer que nuestras frutas y verduras aparezcan enmohecidas o podridas.
Al encontrarse en este estado, en vez de beneficiarnos, llegan a tener efectos nocivos en nuestra salud. Por ello, planificar bien nuestras compras y conservar de manera correcta nuestros alimentos es fundamental para evitar que ocurra esta descomposición y terminar botándola. Para esto, muchas veces el refrigerador no es suficiente, aunque es un gran aliado en diversos casos.
Sin embargo, existen muchos otros trucos que pueden ayudarte. Ya te habíamos mostrado antes los numerosos métodos de conservación de alimentos, pero hoy queremos hablarte del agua, este líquido tan sencillo que puede ayudarnos fácilmente con esta tarea.
El agua es una buena opción para conseguir que ciertos vegetales conserven sus propiedades durante más tiempo y más aún si se la combina con otros materiales, como papel de cocina, papel film transparente o botes de cristal. A continuación te mostramos los privilegiados:
Zanahorias
Para conservarlas solo necesitas lavarlas muy bien, pelarlas e introducirlas en un recipiente de vidrio que luego debe llevarse al refrigerador. De esta manera verás que se conservarán crujientes y de un color brillante.
Apio
En este caso, puedes cortar los tallos en pequeños trozos (deben estar bien lavados y desinfectados) y sumergirlos en un recipiente de vidrio con agua que de igual manera debe mantenerse en el refrigerador. Con esto podrás conservar su textura perfectamente por mucho más tiempo.
Perejil
Para conservar esta hierba aromática puedes acomodar solamente sus tallos en un recipiente con agua, prácticamente como un florero. Una vez listo, puedes optar por dejarlos al aire libre o cubrir las hojas con una bolsa y guardar todo esto en el refrigerador.
Espárragos
Bajo la misma lógica, debes acomodar estos tallitos una vez bien lavados en un recipiente con agua. Para mayor efectividad puedes cortar un poco los tallos asegurándote de que esté lo más fresco posible.
Albahaca
Para estas hojas tan aromáticas puedes aplicar el mismo método que para el perejil. Sin embargo, otra forma de hacerlo es remojando una toalla de papel y envolviendo con ella la albahaca para luego acomodarla en un tupper que irá al refrigerador. Debes asegurarte que siempre la toalla esté húmeda. El perejil también puede ser conservado de esta última manera.
Papa pelada
Si te sobraron papas peladas y cortadas destinadas a ser papas fritas y si las metes en el refri sin más, lo más seguro es que se estropeen al día siguiente. Por ello, lo mejor es sumergir las papas en agua fría y si quieres mayor seguridad, echarle un poco de zumo de limón y guardar el recipiente en el refri, donde bien tapado con un plástico film transparente, podrá mantenerlas por unas 72 horas.
Brócoli y coliflor
El brócoli y la coliflor se pueden dañar y secar si los guardas de forma inadecuada en el refrigerador. Por ello, lo mejor será sumergir sus tallos en un vaso de agua y, después, guardarlos en este gran electrodoméstico.
Como ves, aprovechar este recurso es bastante sencillo y beneficioso, pues tendrás por mayor tiempo en buenas condiciones algunos de tus alimentos, ahorrándote tiempo y dinero y sobre todo, cuidando el medio ambiente al evitar el desperdicio de alimentos. Trata de replicar algunos de estos consejos, van a ser tus salvavidas.
Y tú, ¿ya conservabas alimentos en agua?