La chirimoya y los increíbles beneficios para nuestra salud gracias a su consumo

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La chirimoya es una fruta originaria de Sudamérica, específicamente de la zona andina limítrofe entre Ecuador y Perú (algunos también dicen que en Chile y Colombia), lugares en los que crece entre los 1400 y 2000 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un alimento que puede formar, fácilmente, parte de nuestra dieta y aportarnos todas sus cualidades.

Este ingrediente destaca por su aporte en hidratos de carbono fundamentalmente por azúcares simples como la fructosa y glucosa, haciendo su aporte calórico entre moderado y alto, ya que proporciona 81 Kcal por 100 g de porción comestible. Sin embargo, esto no debería ser un problema si llevamos una alimentación balanceada, más bien nos ayuda a potenciar nuestra energía.

Asimismo, resulta bastante nutritiva, pues las vitaminas y los minerales están muy concentrados en su pulpa. Entre ellas están las del grupo B y de vitamina C, así como grandes cantidades de potasio, calcio y hierro, y una menor proporción de zinc, yodo, cobre y manganeso. Gracias a estas, beneficia a nuestro organismo de distintas maneras, a continuación te mostramos las más interesantes:

Ayuda a regular la tensión arterial

Al ser rica en potasio y llevar un escaso contenido en sodio, la chirimoya se convierte en una buena aliada de la salud arterial, cuidando nuestro corazón, y por lo tanto, al resto de nuestro organismo con su consumo.

Es un gran alimento para embarazadas

Gracias a su alto valor nutricional y su contenido en nutrientes como las grasas esenciales, fibra, carbohidratos, proteínas, minerales y vitaminas, contribuye en el desarrollo del bebé, pues es bueno para el correcto desarrollo del cerebro del feto, nervios e incluso del sistema inmunitario. 

Ayuda a controlar los niveles de colesterol

Nuevamente gracias al potasio, contribuye a mejorar nuestra salud cardíaca al controlar los niveles de colesterol en la sangre. Asimismo, cuenta con una buena porción de grasa ideal para personas que sufren de hipertensión arterial y otras alteraciones cardíacas.

Fortalece nuestros huesos y músculos

Esta fruta es excelente para proteger a nuestros huesos y los músculos gracias al magnesio que lleva consigo. De hecho, una chirimoya pequeña que pesa 200 gramos nos aporta el 10% del magnesio que se necesita al día.

Combate y previene la anemia

El consumo de este alimento es una buena idea para combatir la anemia. Es más, 200 gramos de este aportan el 8% del hierro que se precisa al día, previniendo padecer esta enfermedad, y ya que también contiene vitamina C, la absorción del hierro se ve potenciada.

Es un antimicrobiano natural

Una de sus mejores cualidades es su capacidad para actuar como protector natural contra infecciones y parásitos, todo gracias a su alto contenido en fibra, niacina y citotoxinas. Además, nuevamente interviene la vitamina C, pues se trata de un antioxidante natural que ayuda al organismo a resistir las infecciones.

Tiene un efecto tranquilizante

Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno de México, la chirimoya puede ser un regulador del sistema nervioso, lo que significa que funciona como ansiolítico y tranquilizante, resultando en un gran remedio casero para las personas que sufren de ansiedad.

Favorece la digestión

Las chirimoyas contienen enzimas digestivas y cantidades de fibra soluble suficientes que sirven para mejorar nuestra digestión y proteger nuestra flora intestinal.

Como verás, esta fruta debe ser aprovechada al máximo para cuidar no solo nuestra salud, sino también la de nuestros seres queridos, también tomando en cuenta su increíble sabor típico y delicioso para nuestro paladar. 

Y tú, ¿consumes regularmente chirimoya?

Fuentes: La Vanguardia, Puleva, Maskom, Mejor con Salud, Cuerpo Mente

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