¿Cuál es la diferencia entre el yogur griego y el yogur natural?

Tiempo de lectura: 3 minutos

El yogur es un alimento importante en la dieta de muchas personas en el mundo. De acuerdo con algunas teorías, este habría surgido en Europa Oriental, hace 4.500 años aproximadamente. Con el paso de los años y gracias a su gran aporte nutricional, se ha convertido en un elemento indispensable en nuestros hogares y lo reconocemos como un producto muy saludable y beneficioso para quien lo consuma.

Si bien el yogur más consumido hace algunos años era el natural (tomando en cuenta también sus variantes azucaradas y de otros sabores), en la actualidad, el yogur griego ha ido ganando su terreno en el mercado por diversas razones, convirtiéndolo en la competencia de este primero por su gran parecido, aunque no sean totalmente iguales. 

Pero, ¿cuál es la diferencia?

Se trata de la forma de preparación, la cual genera ciertas singularidades en estos dos. Como seguramente sabrás, el yogur griego tiene un sabor más agrio y es por naturaleza más espeso que el yogur natural. Esto se debe a que el suero, la sustancia líquida que queda después de que la leche se cuaja y cuela, es eliminado. Esta acción es la que también determina el contenido nutricional de ambos. 

Por lo tanto, una de las más grandes diferencias está en su consistencia y sabor. El yogur griego es denso de cuerpo y muy cremoso, mientras que el yogur natural es más líquido y con un sabor más neutral. No obstante, se dice que el griego tiene una mayor concentración de algunos de los nutrientes que comparten.

Esta es la razón por la que debes agregar el yogurt griego a tu dieta  diaria | Cocina Fácil

Asimismo, de acuerdo a las fuentes, el yogur griego tendría menos azúcar y grasa, proporciona el doble de calcio y más proteínas que el yogur natural, aunque esto también depende de cómo sea la leche con la que se elabora (con más o menos grasa), y la cantidad de lípidos que contenga. Estas características lo convertirían en un alimento saciante e ideal para implementarlo como snack.

Por otra parte, se sabe que el yogurt griego tiene un bajo nivel de lactosa en comparación de otros productos de la misma línea, pues su proceso de fermentación mantiene cultivos vivos y activos que se encargan de convertir la lactosa en ácido láctico, el cual se caracteriza por ser mucho más fácil de absorber. 

Receta de Yogur natural casero

Aunque estas características pueden hacer que dudes un poco, no todo es malo, pues sin importar el estilo de yogur que comas, debes saber que de cualquier manera es bueno para la salud. De hecho, una porción equivalente a 220 g de este alimento proporciona el 25% más de calcio que una taza de leche, que el contenido de potasio de un plátano y que la proteína que obtendrías consumiendo un huevo. Ambos tipos de yogur tienen una cantidad muy buena de calcio, proteínas, riboflavina, vitamina B-12, fósforo y potasio.

Por ello, a pesar de sus diferencias, nosotros te recomendamos ambos, pues cada uno tiene aspectos positivos para nuestra salud. Eso sí, lo verdaderamente importante es consumir yogur que venga en su forma natural, es decir sin azúcares añadidos, saborizantes y colorantes, que son los que en realidad podrían dañarnos, lo demás dependerá del tipo de vida y alimentación que lleves. 

Y tú, ¿cuál yogur consumes más?

Fuentes: El Universal, Cocina y Vino, Bezzia, Mejor con Salud

Compartilo en