Los embutidos son alimentos bastante populares en tablas para picar o como parte de diferentes recetas del mundo. Cuando se trata de estas carnes curadas, se dice que el éxito tiene que ver con los opuestos, pues contrario a los demás alimentos, la carne está llena de grasas, proteínas y sal. Por ello, podemos encontrar opciones muy interesantes que mariden con estos.
Pero, primero definamos maridaje. Se trata del arte de juntar, generalmente, una bebida y un alimento de tal forma que se complementen entre sí y uno realce los sabores del otro. Es decir, se trata de ser un “casamentero culinario” para encontrar la pareja perfecta. Sin embargo, este también se puede dar entre dos o más alimentos.
Ante ello, hoy queremos presentarte excelentes combinaciones con embutidos que te encantarán:
Vino
Esta es una pareja infalible. Si buscamos afinar más el sabor, podemos elegir vinos tintos en función de los embutidos que vayamos a degustar. Generalmente son los vinos tintos jóvenes y afrutados los que resultan ideales, sobre todo a base de garnacha, aunque los rosados también van muy bien, todo está en equilibrar los sabores.
Por ejemplo, el chorizo tiene un sabor más intenso, pues se condimenta con pimentón. Por lo tanto, para maridar chorizo necesitaremos vinos tintos con más cuerpo para proporcionar sabores, pero si este no es el caso, puedes jugar incluso con uno blanco.
Frutos deshidratados
Las frutas desecadas, como dátiles de calidad, orejones o higos secos, contrastan divinamente con el sabor de los embutidos, creando una combinación dulce y salada que puede ir aún mejor en compañía de un buen queso.
Cerveza
La cerveza es un gran acompañante de las tablas para picar, la clave es en equilibrar como con el vino. Te ponemos un ejemplo: el salame que lleva un fuerte sabor, irá muy bien con una cerveza un poco más sutil y viceversa.
Encurtidos
Los encurtidos que encontramos en conservas como las aceitunas, pepinillos en vinagre, cebollas, ajíes o alcaparras son algunos de los mejores ejemplos que pueden romper con el sabor de los embutidos y dar un resultado espectacular que continúa jugando con la sal.
Quesos
Esta es una pareja indispensable. Puedes utilizar varios criterios, muchos de sentido común, para ofrecer tres o cuatros quesos diferentes que vayan con la variedad de embutidos que vayas a consumir. Toma en cuenta la consistencia, combinando quesos de pasta blanda, de pasta dura e incluso de untar; el grado de maduración, tiernos, semicurado, curado, etc. La creatividad en este caso es infinita.
Pan
Una combinación interesante si quieres hacerte un sándwich, acompañar una tabla o simplemente comerlos juntos. Te recomendamos que escojas alguno de calidad a ser posible como los hechos con masa madre. Sin embargo, no descartamos que también tengas una buena experiencia con otros tipos de panes blancos, con hierbas, granos y más.
Frutos secos
Los frutos secos, como unas almendras, maníes o unas avellanas resultan perfectos para picar junto a los embutidos. Nuevamente, seguimos jugando con la sal y el dulce al mismo tiempo y claro, con las texturas crujientes.
Ajo y tomate
El ajo y el tomate, ya sea frescos o como una salsa, son un deleite para acompañar con los embutidos, ya ves el mejor ejemplo: en una pizza. No solo te dará frescura, sino también una oleada de sabores exquisitos.
Huevo
Cocidos, revueltos, fritos, pochados o como vengan, los huevos son excelentes compañeros de los embutidos no solo en una tabla, sino también en la vida diaria, ya sea en el desayuno o el almuerzo. Simplemente quedan muy bien juntos.
Aunque parezca, los embutidos son alimentos fáciles de combinar, exóticos y llenos de sabor si tu antojo tiene que ver con lo salado. Como verás, se puede jugar mucho con los aromas, sabores y texturas para tener una increíble y deliciosa experiencia. Aunque te recomendamos algunos ingredientes, no dudes en seguir experimentando y crear tus propios maridajes.
Y a ti, ¿cuál te gustó más?
Fuentes: Zona de vinos, El Comidista, Andreu