La almendra es un alimento reconocido por sus propiedades y beneficios para la salud, así como por su agradable sabor ya sea en su forma original o como parte de diferentes recetas. Su origen se remonta a la misma cuna de la civilización, cuando los habitantes de la antigua Persia y Mesopotamia comenzaron a cultivar variedades dulces en sus campos, todo hace más de cinco mil años.
Se dice que los fenicios fueron quienes las llevaron hasta Europa a través de las rutas marítimas del Mediterráneo y así llegaría al resto de los países que actualmente las consumen. Como te mencionamos, no solo son deliciosas, sino también nutritivas para nuestra dieta, por lo que queremos presentarte algunas de sus cualidades.
Es un alimento cardiosaludable
Las grasas insaturadas que lleva la almendra resultan en un verdadero bálsamo para el corazón, debido a sus ácidos grasos monoinsaturados abundantes. Esta saludable proporción de este componente semejante a la del aceite de oliva, puede ayudar a disminuir el colesterol LDL “malo” y favorecer el aumento del colesterol HDL, el cual es bueno para prevenir los accidentes cardiovasculares.
Contribuyen al buen tránsito intestinal
Todo esto gracias a la cantidad de fibra y grasas saludables que la componen. Consumirlas ayuda a mejorar el tránsito intestinal, previniendo a su vez el estreñimiento, diarrea, úlceras estomacales o hemorroides. Asimismo, aumentan las bacterias intestinales beneficiosas, lo que resulta en un efecto prebiótico.
Tienen un alto contenido de antioxidantes
Al ser ricas en Vitamina E, reconocido como un potente antioxidante, una buena porción de este alimento cubre hasta un 63% de las necesidades diarias. No obstante, gracias a estos componentes se le atribuyen propiedades antiinflamatorias.
Refuerzan el sistema inmunitario
La cantidad de zinc que contienen las almendras puede ayudar a mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario y brindarnos más energía. Por su parte, la vitamina A que llevan consigo cumplen las mismas funciones, pero también contribuyen a desintoxicar el organismo.
Son ricas en proteínas
Las cantidades son aproximadamente 20 gramos de proteínas por cada 100 gramos, por lo que las almendras resultan en una buena fuente de aminoácidos esenciales para añadir a la dieta ya sea para complementar o reemplazar este elemento, pues esta proporción es bastante adecuada para las necesidades específicas del cuerpo humano.
Aportan grasas “saludables”
Más de la mitad del peso de la almendra se trata de su contenido en ácidos grasos. Por ejemplo, el 65 % son monoinsaturadas, el 26% poliinsaturadas y menos de un 10 % saturadas, cantidades ideales que resultan beneficiosas si no se abusa de ellas.
Ayudan a controlar el azúcar en la sangre
Esto debido a que es un alimento bajo en carbohidratos, pero rico en grasas saludables, proteína, fibra y sobre todo su contenido de magnesio, un mineral que está involucrado en la regulación de la glucosa en la sangre. Así se van juntando todas sus cualidades.
Son muy ricas en minerales
Según los expertos, una ración de 30 g de este alimento cubre el 9% de las necesidades diarias de calcio, el 15% de magnesio y el 17% de fósforo. Asimismo, el 4% de las de cinc y en torno al 10% de las necesidades de hierro. Un ingrediente bastante completo y lleno de cualidades.
Son buenas para el cerebro
Consumir almendras regularmente nos ayuda a aumentar la función cerebral, de manera que este órgano se mantenga lúcido y activo, coadyuvando en todas sus acciones durante el día.
Como verás, el consumo medido (por las grasas) de las almendras, junto a todos sus componentes, nos pueden ayudar a llevar un estilo de vida saludable si se junta con una dieta equilibrada y se acompaña con actividad física. No desaproveches sus beneficios y añádela a tu dieta de la manera en que más te guste, existen muchas formas.
Y tú, ¿ya consumías almendras con regularidad?
Fuentes: Runners, Cuerpo Mente, La Vanguardia, Gastrolab