La crema de leche es un producto delicado de tratar, ¿a quién no le ha pasado que se sobre bata? Es algo más común de lo que crees, lo que pasa es que si nos excedemos podemos arruinarla, sin embargo, existe una gran manera para no terminar desperdiciándola. Hablamos de preparar mantequilla casera, lo que resulta ideal para los casos en que no conseguimos mantequilla y para precisamente reciclar la crema que tenemos y utilizarla para otra preparación.
¿Cómo resulta en mantequilla?
Básicamente lo que sucede es que, si sigues batiendo la crema más allá de obtener una crema montada bien dura, te encuentras con algo muy distinto: la mantequilla resultado del exceso de batido, lo cual desnuda los glóbulos de grasa de la película protectora de fosfolípidos que contiene el producto inicial, induciendo a los glóbulos a unirse entre ellos formando grumos. Esta red de glóbulos de grasa que estabiliza las microburbujas de aire se rompe, es decir, el aire escapa y el líquido que lo compone también, por lo que nos encontramos estos grumos o coágulos de grasa que son la mantequilla y, por otro lado, el líquido que es el suero.
Ahora que sabes lo que sucede, te explicamos los sencillos pasos a seguir:
Ingredientes
1 litro de crema de leche (35% mínimo de materia grasa)
1 pizca de sal al gusto (opcional)
1 puñado de hierbas aromáticas (opcional)
Direcciones
- (Si tu crema ya está cortada, omite este paso) Coloca la crema en un bol o recipiente hondo o en el vaso de la batidora y empieza a batirla con unas varillas eléctricas empezando por una velocidad baja.
Consejo: Mantén la crema para batir en la nevera para que esté bien fría cuando vayas a empezar a hacer la mantequilla casera. Después unos 5 minutos o así verás que la nata se empieza a montar. Es el momento entonces de subir la velocidad de la batidora o túrmix al máximo. Una vez que esté montada sigue batiéndola, entonces la nata cambiará su textura y parecerá que se empieza a cortar, es decir, se formarán como trocitos sólidos amarillentos por un lado y por otro, aparecerá un líquido blanquecino que es el suero de la leche. En este punto sigue batiendo a velocidad baja (para que no te salpique) hasta que se separe completamente el suero de la mantequilla casera, que tarda entre unos 4 y 10 minutos dependiendo de la temperatura de la nata. - Si quieres añadirle un poco de sal o hierbas aromáticas a tu receta de mantequilla casera este es el momento porque está blanda y maleable.
Par separar el suero de la leche de la mantequilla en sí hay varias opciones:
– Puedes separar la mantequilla echa una bola, envolverla en una gasa o paño limpio y escurrirla bien apretando todo lo que puedas para que suelte todo el líquido que quede.
– Puedes escurrir el suero del recipiente o vaso de la batidora dejando solo la mantequilla, añadir agua bien fría, batir 2 o 3 veces, desechar esa agua y volver a poner más de nuevo, y repetir este proceso hasta que el agua salga transparente en lugar de blanquecina.
– Puedes separar la mantequilla echa una bola, introducirla en un recipiente con agua y hielo, “lavarla” apretando con las manos para que suelte todo el suero posible que haya quedado y repetir el proceso cambiando el agua hasta que no salga blanquecina sino transparente. - Una vez separada bien la mantequilla del suero de la leche, tan solo tienes que secarla bien con papel absorbente para eliminar toda la humedad posible, guardarla en un recipiente o tarro hermético con la forma deseada (o envolverla bien en papel film) y meter la mantequilla casera en la nevera o frigorífico para que se conserve bien.
¿Cómo conservar tu mantequilla?
- Si el líquido es escurrido muy bien y la tapamos con film plástico para que no entre aire a la mezcla, la mantequilla aguanta entre uno y tres meses, siempre que se conserve en el refrigerador. Si la sacamos para que se tiemple porque la vamos a utilizar en una receta y después nos sobra, debemos consumirla en los días siguientes.
- Asegúrate de que esté bien tapada dentro del refrigerador para evitar que absorba los olores del frigorífico, ya que es muy propensa a hacerlo con facilidad. Debemos separarla de otros alimentos como los ajos o las cebollas.
¿Qué hago con el suero que sobra?
Este líquido sobrante es simplemente leche con bajo contenido en grasa y con un agradable sabor a mantequilla. Este se puede tomar sin problemas. Prácticamente no tiene grasa, porque se ha ido en la mantequilla y tiene un sabor muy especial. Si prefieres puedes congelarlo y usarlo para sustituir el suero de mantequilla en la misma cantidad, en cualquier receta que lleve leche o yogurt. Por ejemplo, en un arroz con leche o un rico pan de leche. Además, para preparar postres, tartas, muffins o pasteles.
Eso sí, para conservarlo, así como la mantequilla debes taparlo muy bien con el film plástico, lo que hará que aguante una semana sin problemas. Pasado este tiempo, ya no podrás consumirlo.
Como habrás podido observar, crear este producto en casa no es una tarea difícil, más bien es una gran idea si tu crema se pasó de batido, además de que tendrás un resultado mucho más natural y preparado a tu gusto. Intenta recrear esta receta y cuéntanos cómo te va, puede resultar en una tarea muy interesante e innovadora para sorprender a tus seres queridos, recuerda que puedes añadir las especias que gustes.
Y tú, ¿sabías que podías preparar mantequilla en casa?
Fuentes: Tenio Cocina, Invitado Invierno, Recetas Gratis