Si tus alimentos se han echado a perder antes de tiempo, incluso en el refrigerador, es posible que no los estés almacenando de forma correcta. Aunque no lo creas, el orden es importante, pues existen ciertas diferencias entre los sectores donde acomodamos los ingredientes.
Además, la forma en que lo hagas es vital y no basta con apilarlos en lugares sin razón, pues si lo haces de la manera correcta, la temperatura se distribuirá equitativamente para que duren más tiempo. Por ello, necesitas hacerlo de una manera que reciban una temperatura eficiente para su conservación. Nosotros, entonces, queremos compartirte los mejores tips para cumplirlo:
Primero unas cuantas recomendaciones:
- Ten cuidado con que los alimentos no toquen las paredes del refrigerador.
- Deja un espacio entre los alimentos para que el frío se reparta bien.
- Es mucho mejor si utilizas bolsas herméticas o contenedores de cristal para guardarlos.
- Al menos una vez a la semana realiza una revisión sobre qué alimentos sirven y cuáles no.
- Una vez al mes, o si puedes dos, realiza una limpieza profunda para evitar malos olores y hongos en el refrigerador.
- Acomoda la carne en contenedores de vidrio o plástico para que no derramen sus líquidos sobre otros alimentos.
- Cada cierto mes retira el polvo y la suciedad que se acumula en los tubos del condensador que están en la parte trasera del refrigerador para que pueda circular mejor el aire y así ahorres energía.
- Ten cuidado con colocar alimentos calientes, mejor espera a que tomen temperatura ambiente para evitar que el aparato tenga que hacer más trabajo para refrigerar el nuevo integrante. Además, el cambio brusco de temperatura puede dañar el mismo alimento.
Ahora sí, vamos por partes para almacenar bien los alimentos:
Puerta
En ella se concentra la temperatura más alta de toda la parte interior del refri, por lo que lo mejor será colocar alimentos que no sean tan susceptibles a cambios de temperatura como: bebidas, mantequilla, salsas, aderezos, jugos y vino.
Los pisos del interior
Generalmente las charolas bajas son las más frías y va bajando la intensidad en las altas, algo que debes tomar en cuenta al momento de ver cómo organizar las carnes en el refrigerador, la comida preparada y los lácteos. Por ello:
- En la parte superior acomoda la comida que debe estar en refrigeración para mantenerse en buen estado, pero que no requieren de temperatura muy baja. Entre estas: la comida restante que se preparó el mismo día, embutidos, yogur y latas de bebidas.
- En las charolas de en medio guarda aquellos alimentos que requieran una temperatura más baja para conservarse como: leche, quesos, huevo, carnes frías y otros.
- En las bandejas más bajas, hasta la que está por encima del cajón se concentra lo más frío, perfecto para guardar alimentos que necesitan sí o sí estar a temperaturas estables y bajas como: carne cruda y fresca de res, pollo, pescado y cerdo (además, con eso los líquidos no chorrearán por todo el refrigerador.
Cajón
En él, la temperatura es más baja y la humedad es mayor, por lo que almacenar las frutas y las verduras que necesiten refrigeración durarán por más tiempo. Eso sí, evita las bolsas de plástico, cartones u otro empaque de manera que no guarden gases y haga que los productos “respiren”.
Congelador
Esta parte la conocemos muy bien, pero de todas formas te recordamos utilizarla solamente para guardar alimentos que necesitan estar por varios días congelados; mejor si lo haces en raciones pequeñas para no andar sacando y metiendo los ingredientes, perjudicando su inocuidad.
Como verás, se trata sobre todo de detalles que te harán manejar de una buena manera los alimentos: sencillos, pero que deben seguirse con cuidado para también cuidar tu salud y, como punto extra, contribuir a la reducción de desperdicio de alimentos.
Fuentes: Sabor y Estilo, Granvita, Mejor con Salud