La coliflor es una verdura que tiene sus orígenes en Asia menor, Líbano y Siria. A lo largo de los años, su uso se ha extendido en el mundo, incluyéndose en diversas recetas de la gastronomía de cada país, así como en las mesas diarias de sus pobladores.
Sin embargo, hay personas a las cuales no les parece muy apetitoso, pues al ser guisado puede liberar un olor poco agradable. Pese a ello, se destaca por su sabor y sus propiedades nutricionales, los cuales pueden hacerle ganar muchos más puntos a favor.
Por ello, hoy te dejamos las más interesantes:
Es un poderoso antioxidante
Este tipo de alimentos que contienen sustancias como la vitamina C o la vitamina A, inhiben la oxidación o reacciones promovidas por el oxígeno o los radicales libres, así en compañía de betacaroteno, ácido cafeico, ácido cinámico, rutina y quercitina, ayudan al sistema inmunológico para protegerlo de estos radicales libres que provocan el envejecimiento prematuro de nuestro organismo.
Aporta bastante fibra
La coliflor es una verdura rica en fibra dietética, lo que la hace bastante útil para la digestión, así como para favorecer la eliminación de las toxinas de nuestro cuerpo. Además, el sulforafano que lleva consigo protege el revestimiento del estómago, haciéndolo más resistente a alimentos que puedan dañarlo.
Contribuye en la disminución del colesterol
Nuevamente gracias a la fibra, este alimento tiene la capacidad de combinarse con los ácidos biliares, lo que ayuda a reducir el colesterol, así que, si estabas dudando de su consumo, esta es una buena razón para incluirla en tu dieta.
Ayuda a combatir los trastornos neurodegenerativos
La coliflor es tan rica en nutrientes que puede ayudar a tu cerebro en el tratamiento de lesiones neuronales causadas por la inflamación y por el estrés oxidativo como el párkinson e incluso el alzhéimer.
Protege nuestros huesos
De acuerdo con los expertos en nutrición, el consumo adecuado de vitamina K mejora la salud de los huesos, reduciendo el riesgo de fractura ósea o hasta osteoporosis. En este caso, los componentes esenciales de la coliflor mejoran la absorción del calcio y protegen los huesos.
Favorece el balance de electrolitos
Comer coliflor puede ayudarnos a equilibrar los electrolitos en el organismo, lo que a su vez provoca que el sistema nervioso realice las transmisiones de los impulsos nerviosos y las contracciones musculares de forma correcta. Por ello es recomendable sobre todo para deportistas.
Cuida la memoria
Al ser una fuente de colina, el consumo de coliflor nos ayuda con el movimiento muscular, el sueño, el aprendizaje y la memoria, así como a mantener la estructura de las membranas celulares, y a la transmisión de los impulsos nerviosos, cuidando nuestros procesos como la memoria a través de los años.
Apoya a la regularización del azúcar en la sangre
Su contenido de vitamina C y potasio ayudan a controlar la glucosa en la sangre y metabolismo, previniendo, además, la aparición de diabetes ya que, cuando se tienen niveles bajos de potasio, la glucosa se eleva, presentando un riesgo para una persona diabética.
Como verás, la coliflor es un alimento lleno de sorpresas gratas para nuestro organismo que pueden ser liberadas con su consumo constante. No te pierdas de sus propiedades y aprovecha todo lo que tiene para ofrecernos de la manera en que más te guste.
Y tú, ¿conocías estos beneficios?
Fuentes: Cocina Casera, Eco Inventos, Muy Interesante, Prensa Libre