El Salar de Uyuni es el desierto más grande de sal del mundo que se formó en territorio boliviano desde hace 40 mil y 25 mil años atrás debido a la evaporación de dos lagos y se encuentra a más de tres mil 600 metros sobre el nivel del mar. Este representa una maravilla del mundo no solo por el hermoso paisaje que forma, sino por las propiedades que se encuentran en sus suelos.
De acuerdo con las fuentes, este se formó a partir de la evaporación del lago Minchin y el lago Tauca o Tauka que alcanzaban una altura de alrededor de 100 m por encima del nivel actual. Sin embargo, hace más de 40 mil años, el clima seco y cálido que los rodeaba hizo que estos redujeran en superficie y volumen, resultando en lo que conocemos como los salares de Uyuni y Coipasa, así como algunas lagunas aledañas.
¿Cómo se forma la sal?
Los suelos del Salar se componen de 11 costras de sal que pueden tener hasta 10 metros de espesor cada una separada por acumulaciones del agua de lluvia, que luego se convierten en salmuera, potenciando las capas una y otra vez, pero también dándoles una forma hexagonal al evaporarse con el calor del sol.
Esta, además, se caracteriza por contener minerales esenciales como boro, magnesio y cloruro de sodio y bastante litio, con el que se fabrican distintos dispositivos tecnológicos. De hecho, el litio es uno de los elementos más contundentes, representando más de 100 millones de toneladas esparcidas sobre los 12.000 kilómetros cuadrados que componen este desierto, resultando en la reserva más grande del mundo que, por supuesto, debe ser cuidada con responsabilidad.
Sin embargo, eso no es lo único, pues de sus suelos también se pueden extraer hasta 25 000 toneladas de sal al año para el consumo humano, pero también para la construcción y artesanía. Gran parte de la cantidad distribuida en las ya mencionadas funciones se recupera todo el tiempo gracias a las temporadas de lluvia y la naturaleza del salar. Sin embargo, se deben tomar cuidados relacionados con la protección del medio ambiente para precautelar que estos procesos naturales se lleven a cabo.
Propiedades de la sal para el consumo
La gran cantidad de sal que se alberga en este lugar es reconocida, además, por ser una de las más pura del mundo, pues no contiene toxinas ni elementos contaminantes y más bien es rica en oligoelementos y minerales como el potasio, el calcio y el magnesio.
Gracias a los distintos productores bolivianos, esta es procesada y convertida en varios tipos de sal como la fina, corrediza, granulada, industrial, con especias, y más. Estas son descritas como sales con sabores naturales, frágiles y de excelente calidad gastronómica y nutricional.
Por ello, es muy valorada incluso en el exterior, formando parte de diversos platillos en los que actúa realzando los sabores de los ingredientes que acompañe y cuidando la salud de los comensales, pues esta no contiene aditivos, químicos, agentes blanqueadores, ni colorantes.
Como verás, este es uno más de los tesoros que tenemos en la región y que debemos valorar cuidando nuestra biodiversidad y claro, eligiendo el consumo local. No tenemos nada que envidiar a otros países y esta es una gran muestra de ello.
¡Que viva nuestra increíble gastronomía y naturaleza!
Y tú, ¿probaste alguna vez la sal del Salar de Uyuni?
Foto de portada: May Cause Wanderlust
Fuentes: National Geographic, Ccbol, El Universal, Teleaire