El kiwi es una planta trepadora procedente de las montañas de China. Sin embargo, su cultivo se fue extendiendo con fuerza hacia el resto del mundo desde que Estados Unidos llegó a alcanzar una notable producción durante los años 70. Además, a principios del XX fue domesticada en Nueva Zelanda, llegando luego a países de América del Sur.
De hecho, se dice que los países pioneros en producción son: Italia, Nueva Zelanda y Chile. Esta expansión se debió principalmente a los buenos resultados encontrados en cuanto a su potencial productivo y a la calidad de sus frutos.
Su cultivo se destaca por ser sensible a las heladas tempranas de otoño y más aún a las tardías de primavera. En realidad, resulta mejor en temperaturas moderadas, ni muy frías ni muy cálidas, pero si se encuentra en invierno resiste bien los fríos, incluso hasta -20°C.
Las hojas de su planta se presentan de manera alterna, teniendo una forma larga, redonda y caduca. En la parte superior se percibe un intenso color oscuro, mientras que el envés es de un color verde más claro en el que intervienen tonos marrones y vellosidades, todo en un tamaño de hasta 30 cm.
Por su parte, las flores son hermafroditas o unisexuales divididas en 5 pétalos de color blanco crema. La floración del kiwi se produce generalmente en el mes de marzo y abril, tiempo en el que se procede a realizar podas para mantener controlada la planta, pues regenera muy bien y si no se realiza esta actividad podría crecer demasiado.
El fruto que todos consumimos consta de una baya oval con piel delgada con tonos verdes cubierta por unos vellosidades rígidas y cortas de color marrón. La pulpa (que destaca por ser jugosa) tiene un color verde brillante y lleva en el centro diminutas semillas negras que se acomodan alrededor de su corazón blanquecino.
Contenido nutricional y usos
De acuerdo con estudios realizados a este, se trata de uno de los frutos más completos en cuanto a características nutricionales en relación a otros como la papaya, el mango, la naranja, manzana y más. Esto se debe su alto contenido en vitaminas C, E y A, así como minerales, entre ellos el potasio, calcio, cobre, magnesio y fibra, cierta cantidad de proteínas, grasas y carbohidratos.
Además, se dice que este aporta dos veces más vitamina C que la naranja y el doble de vitamina E que la palta, pero también un bajo cometido calórico.
Por su sabor ácido y textura en una buena etapa de maduración, resulta en una fruta bastante versátil que, si bien puede consumirse en su estado natural, también forma parte de múltiples recetas para postres e incluso platos fuertes.
Como verás, estamos dedicando este mes a una fruta bastante interesante y beneficiosa para nuestra salud. Esperamos que te haya gustado saber todo esto sobre el kiwi, pero si aún no es suficiente estate atento a nuestro contenido, pues estaremos presentándote más contenido al respecto.
Y tú, ¿ya sabías esto sobre el kiwi?
Fuentes: El Diario, InfoAgro, Agricultura