El kiwi es una fruta con un sabor inconfundible, pues su acidez y suavidad lo han convertido en el favorito de muchos. Eso sí, también trae consigo diferentes beneficios para quienes la consuman, ya sea de la forma en la que originalmente viene o incluyéndolo en recetas. Como ya lo sabes, es un alimento con muchas cualidades que van más allá de la conocida vitamina C y no solo la pulpa, sino también su cáscara llena de “pelitos”. Te los contamos:
- La luteína que contiene ejerce una función de filtro de protección natural para la piel, por lo que es recomendable para aquellas personas sensibles a los rayos UV.
- Favorece el sistema inmunitario y combate la anemia gracias a la gran cantidad de ácido fólico y a la vitamina C que contiene.
- Está lleno de fibra soluble, lo que ayuda en la digestión y mejora el tránsito intestinal; lo que también lo convierte en un gran aliado contra el estreñimiento.
- Contiene un gran porcentaje de agua y un nivel calórico intermedio, cualidades recomendadas para queines desean cuidar su peso.
- Fluidifica la sangre, mejorando el estado de nuestras arterias y evita la formación de trombos o coágulos en los vasos sanguíneos.
- Permite reducir los niveles de colesterol en sangre.
- Puede ayudar a evitar el nerviosismo y la ansiedad gracias también a la vitamina C.
- Promueve la regeneración celular, convirtiéndolo en un alimento ideal para combatir acné, cicatrices, arrugas o manchas en el rostro.
Por todas estas razones, resulta en un ingrediente perfecto para formar parte de tu cocina de muchas maneras, te dejamos las mejores preparaciones que encontramos:
Apostamos a que más de una receta se te antojó. No te pierdas estas increíbles combinaciones de sabor y disfruta de todo lo que tiene para ofrecernos esta deliciosa fruta.
Y a ti, ¿cuál te gustó más?