El aguaí es un fruto procedente de Sudamérica que crece en aquellos territorios subtropicales y húmedos pertenecientes a Argentina, Paraguay, Bolivia, Brasil y Uruguay. Sin embargo, también se lo puede encontrar en selvas cercanas a ríos o isletas boscosas, convirtiéndose en un fruto bastante adaptable.
Decimos lo anterior porque además del calor, es capaz de resistir heladas suaves y no muy prolongadas que lleguen hasta los -4°C aunque eso es raro, pues mayormente se desarrolla en zonas con temperatura media que no supere los 24-25 °C en la época más caliente y también aquellas temperaturas que no desciendan los 14-15 °C en los tiempos más fríos.
El árbol de donde este crece pertenece a la familia de las sapotáceas y se caracteriza por tener una copa muy densa sujetada por un tronco recto y de color verde oscuro que puede alcanzar un tamaño de hasta 17 m de altura, que a su vez está compuesta por ramas abundantes y finas.
Cabe destacar que la corteza de este árbol es bastante áspera y gris oscuro, pero además cuenta con grietas que fácilmente pueden desprenderse del centro, dejando ver una corteza interna y blanca que expulsa un látex muy aromático del mismo tono.
Por su parte, las flores van desde los tonos verdes hasta amarillentos que se dejan ver en la época de floración entre los meses de agosto y diciembre. Luego de esto falta poco para que comiencen a brotar los frutos del aguaí, que se tratan de bayas igualmente de color amarillo, pero con forma globosa que mide aproximadamente 3 cm.
La cáscara es lisa y muy gruesa comparada con la de otros frutos. Esta encierra una pulpa jugosa y mucilaginosa con un sabor dulce que se puede disfrutar solo si está muy madura, pues de otra manera puede resultar cáustica, provocando heridas en la boca.
Usos
Dicho lo anterior, el fruto puede consumirse al natural siempre y cuando esté bien maduro, pero en este estado al igual que en uno anticipado puede añadirse en la preparación de almibares, dulces, jaleas y mermeladas (cocido es inofensivo). La misma se caracteriza por tener propiedades depurativas, diuréticas y hasta cicatrizantes que sirvieron en la antigüedad para tratar diferentes afecciones de la piel.
Aunque la pulpa suele ser la principal, sus demás partes también pueden ser aprovechadas. Por ejemplo, sus semillas son muy requeridas por artesanos para la confección de collares y pulseras, mientras que la planta como tal se utiliza para fines ornamentales, así como para la restauración de bosques en galería.
Como verás, se trata de un elemento muy interesante que forma parte de nuestra increíble biodiversidad. Si te gustó esta información estate atento, porque nuestra búsqueda por conocer más sobre alimentos como este continúa.
Y tú, ¿conocías al aguaí?
Foto de portada: Cultura Guaraní
Fuentes: Selva Adentro, Procisur, Dime Beneficios