El sándwich de palta es un bocadillo especial para la ciudad de La Paz, pues con el tiempo se ha convertido en uno de los emblemas de su comida callejera. Si no lo has probado aún esta es una oportunidad para conocerlo y saber qué esperará tu paladar.
Vamos a empezar por su origen. Todo comenzó hace ya varios años luego de la llegada de las paltas al comercio en la ciudad desde Río Abajo. Las caseritas del mercado San Antonio, ubicado entre las calles 11 y 12 de Obrajes, cuentan cómo una de ellas aprovechó la magnitud de gente reunida en sus afueras debido a una manifestación para vender por primera vez sándwiches de palta con carnes frías.
Al parecer la demanda fue mucha, por lo que se vio una gran oportunidad en esta invención y poco a poco este se comenzó a ofrecer en los diferentes puestos del mercado junto a otras delicias que ya estaban en el menú. Cabe destacar que este es el más antiguo de la zona y en el que varias de las elaboradoras llevan más de 26 años preparando platos, bocadillos y bebidas para los comensales.
La palta, el ingrediente principal, se originó en el centro sur de México y los locales comenzaron a consumirla hace casi 10,000 años. También se cree que las tribus mesoamericanas domesticaron por primera vez el árbol de palta (Persea Americana) hace 5.000 años, haciendo que el cultivo de aguacates sea tan antiguo como la invención de la rueda.
Esta, además, es reconocida por su alto contenido de potasio y las llamadas “grasas buenas” que ayudan a reducir el colesterol malo. No obstante, lleva consigo 20 vitaminas y minerales esenciales, todo en un paquete de 160 calorías por una porción de 100 gramos, así como una cantidad notable de proteínas, inusual para cualquier fruta, con 2 gramos por porción de 100 gramos.
Ingredientes y preparación
Dentro de los panes típicos de La Paz, marraquetas o sarnitas se ubican pone lonjas abundantes de palta suave y cremosa, en la que se esparce por encima una mezcla de elementos también frescos: cebollas cortadas en pluma, tomate en cubitos y unas cuantas hojitas de quirquiña, el toque especial que le da un sabor inigualable.
Además, existen otros complementos que son al gusto del cliente como lonjas de queso fresco, mortadela picada, lechuga y/o una rica llajua. Eso sí, se aconseja acompañarlo con una taza de café negro caliente, pues como se comercia desde horas tempranas de la mañana, acompaña al frío de Los Andes.
Este emparedado suele costar entre Bs 7 y 9, pero además se extendió hacia más zonas y comedores de la ciudad. Incluso, en diversas ocasiones se llevaron a cabo concursos para encontrar el mejor sándwich de palta, sándwich de chola y sucumbé, todos tradicionales de La Paz.
Como verás, se trata de un bocadillo emblemático gracias a su sabor, sencillez y estructura. Seguro ya se te antojó, así que no tardes mucho en volver a probarlo y mejor si es en el lugar en el que nació. Definitivamente, un tesoro de la gastronomía paceña.
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Foto de portada: Typica
Fuentes: Bolivia Chef, Citizen La Paz, Bolivisión