El motoyoé es una fruta nativa del continente americano que se ha naturalizado con el tiempo tanto en Sudamérica, como en Centroamérica y el Caribe, además de algunas zonas occidentales del África tropical. Esta suele desarrollarse en alturas bajas a medias hasta los 1000 msnm, sobre todo en aquellos climas secos o húmedos, tardando de unos 4 a 5 meses para florecer y producir de la manera en que se espera.
Aunque en Bolivia se la conoce como motoyoé, tiene muchas otras denominaciones. Por ejemplo, en El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá la llaman mamón o talpa; en Puerto Rico, quenepa; en Venezuela, es llamada maco; en República Dominicana, son limoncillos o quenepas; en México huaya o guaya y por su parte, en Argentina y Paraguay, como “coquito san juan”.
El árbol donde crece puede alcanzar los 25 metros de altura, tiene un tronco recto y una base ancha que termina en una copa amplia llena de verdes y brillantes hojas de gran tamaño y forma elíptica que cuelgan de largas ramas distribuidas de formas variadas.
Las flores, por su parte, tienen un color blanco y se reparten en cuatro pétalos. Además, su polinización es llevada a cabo por diversos insectos.
Lo que conocemos y es comercializado como el fruto tiene una forma redonda con un diámetro de 2 a 4 cm. Su cáscara es verde, delgada y quebradiza generalmente en su temporada de maduración, cada esfera agrupada en grandes racimos de hasta 50 cm de longitud. En su interior contiene una o dos semillas blancas y bastante grandes que son rodeadas por una pulpa de color salmón, gelatinosa y jugosa.
De hecho, es muy similar al achachairú. En cuanto a su cultivo, se reconoce por no ser exclusivamente tropical, lo que significa que es capaz de tolerar heladas ligeras, pudiendo crecer hasta en los mil metros sobre el nivel del mar, períodos de hasta 5 meses sin lluvia temperaturas incluso más fuertes que en las regiones tropicales.
Beneficios y usos
Esta fruta agridulce y fácil de encantar a cualquiera lleva consigo diferentes propiedades nutricionales gracias a su rico contenido en vitamina C, B1, B3, B6 y B12, minerales, aminoácidos y antioxidantes, que resultan en cualidades como tener un efecto regenerativo en los tejidos celulares, potenciar nuestro sistema inmunológico, cuidar nuestra salud cardiovascular y más.
El uso principal de esta se centra en la pulpa con un sabor agradable, ya sea fresca o transformada en conservas, bebidas refrescantes, mermeladas, postres, etc. No obstante, su color amarillo salmón puede ser utilizado como un tinte firme, aunque no es usual que sea empleado para tal fin.
Como dato curioso, los indígenas del Orinoco utilizan la semilla cocinada como sustituto de la yuca, mientras que en Nicaragua estas se muelen con todo y pulpa y se consumen como remedio natural.
Su sabor e historia la hacen muy reconocida en el mundo, aunque falta que llegue a ciertos extremos territoriales, por ello, esperamos que te haya gustado aprender más sobre ella e incluso conocerla. Si tienes la oportunidad, pruébala, verás que se convertirá en una de tus favoritas.
Y tú, ¿ya conocías esta fruta?
Fuentes: Frutas Eloy, La Fruta Loca, El Deber