La caña de azúcar es una planta bastante requerida en el mundo, pues principalmente nos brinda azúcar cristalizada, pero también es un gran elemento para crear otros típicos de la gastronomía . Además, en nuestro país y otros lugares del mundo es un dulce aperitivo. Los tallos son los elegidos para cumplir estas labores, pues ahí se alberga todo el sabor de la planta.
Esta es originaria del Sudeste Asiático y Nueva Guinea, de donde luego partió hacia Europa, a Málaga y Motril en España, logrando así su expansión durante la época de la Colonia, gracias a la cual llegó a las islas Canarias, y luego a América. Específicamente fue en el segundo viaje de Colón a la Isla Española cuando pudo asentarse en Panamá, El alvador, Cuba, Guatemala, Honduras, Brasil, Nicaragua, México, Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú, Ecuador, Uruguay, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia y Venezuela. De ahí en adelante, se extendió por el planeta.
Eso sí, se caracteriza por ser un cultivo típico de las zonas tropicales o subtropicales del mundo con necesidades de bastante agua y suelos adecuados para crecer bien. Si este es bueno, incluso puede llegar a producir 100 a 150 toneladas por hectárea en todo un año. El mismo, se propaga mediante la plantación de trozos de las ramas, de cada nudo sale una planta nueva igual a la original; esta se planta una vez más para que crezca y acumule el azúcar.
El jugo que se almacena naturalmente en su tallo es la principal fuente de azúcar. Después de cosechar la caña, esta generalmente, pasa por unas cuchillas desmenuzadoras, para luego someterse al molino del ingenio. Este jugo, a continuación, se depura por una serie de filtros; y luego, se somete a un tratamiento clarificante y para quedarse por un tiempo en depósitos de cocción al vacío, donde se concentra; para finalizar el proceso, se cristaliza el azúcar y una vez realizada esta acción, se extrae el agua restante, resultando en el azúcar blanca común que se conoce.
Como te decíamos, la caña también es un refrescante y dulce aperitivo, pues en las zonas donde se cosecha, también se acostumbra a mascar la caña fresca y el jugo dulce que contiene también se vende en vasos después de haber sido extraído empleando una máquina específica.
En Bolivia, la actividad industrial azucarera comenzó en 1941, año en el que Santa Cruz ya contaba con alrededor de 3.000 hectáreas cultivadas de este ingrediente con el que se producía azúcar “baya” o “negra” y alcohol, o sea, licores. Fue hasta 1944 cuando se fabricó por primera vez azúcar blanca cristalizada.
Gracias a la producción tan grande de caña de azúcar, con el pasar de los años, Bolivia dejó de importar este alimento, pues se consigue el abastecimiento con los cultivos actuales. El departamento en el que más se produce es en Santa Cruz, específicamente en 9 municipios: Andrés Ibáñez, La Guardia, El Tomo, Cotoca, Warnes, Portachuelo, Montero, Mineros y General Saavedra. Además, cuenta con 4 ingenios productores: San Aurelio, La Bélgica, Guabirá y Unagro, que entre todos producen aproximadamente 10 millones de quintales de azúcar distribuidos en más de 100.000 hectáreas cultivadas.
Otra zona de producción de caña de azúcar se ubica en el Departamento de Tarija en la Provincia Arce en el municipio de Bermejo y parte del municipio de Padcaya, capital de la ya mencionada Provincia. El clima característico de este departamento ayuda mucho al desarrollo de la planta, siendo bastante templado, pero con veranos calurosos. La principal actividad productiva de esta zona es la caña de azúcar.
¿Qué más se hace con la caña de azúcar?
Además de las actividades ya mencionadas, el jugo de la planta es utilizado por los pequeños productores para elaborar chancaca o “empanizao”, producto que está siendo exportado al oriente del mundo. Por otra parte, se produce alcohol, utilizado tanto para el uso doméstico como el farmacéutico y la preparación de otras bebidas alcohólicas. Además, puede consumirse el interior de manera natural, simplemente masticando el tallo para extraer el líquido dulce o en máquinas para servirse como jugo.
¿Alguna vez habías probado el tallo? Si te das una vuelta por el oriente boliviano podrás disfrutar de su gran sabor y frescura, pues también consumes en alguna medida el azúcar que se produce a partir de ella. Eso sí, se dice que hace falta materia prima para poder magnificar aún más la producción de sus derivados y generar más empleos, así que no dejes de preferir lo nuestro para fomentar la elaboración.
Fuentes: Dph, AEMP, El Deber