Beni es una región llena de tesoros que nacen de su naturaleza, tan rica y diversa, los cuales es importante destacar por los grandes aportes que hacen a la gastronomía boliviana. Esta, sobre todo, proviene de la ecorregión parte del increíble Amazonas extendida en una superficie de 126.100 kilómetros cuadrados con grandes áreas verdes y bosques húmedos tropicales.
Los pisos ecológicos que se le atribuyen son el macrotérmico o zona caliente, el cual se encuentra entre el nivel del mar y los 900 metros de altitud con particularidades del clima tropical, es decir temperatura cálida todo el año y abundantes lluvias en general. Asimismo, el piso subtropical, que se ubica normalmente entre los 900 y los 1800 metros de altura con niveles de tierra caliente y templada, además de un clima subtropical muy estable a lo largo del año.
Este departamento se caracteriza por estar apoyado fuertemente en el rubro de la ganadería siendo el territorio que maneja la mayor parte de las cabezas de ganado vacuno del total del país. Esta actividad fue introducida a comienzo del siglo XVII por los jesuitas a modo de aprovechar su gran diversidad de pastos naturales, con lo cual se calcula la existencia de un aproximado de tres millones de cabezas de ganado.
Sin embargo, gracias a sus pisos ya mencionados, la agricultura también se ha convertido en una prioridad para la subsistencia de su población, esto, sumado a su clima favorable, le permite desarrollar varios cultivos, teniendo como principales a la yuca, maíz, plátano, arroz y todo tipo de frutales.
No obstante, en los bosques del norte y este de esta región se recolecta la castaña o almendra amazónica (también llamada nuez del Brasil), siendo junto a Pando, el principal lugar productor de este producto en el mundo.
Entre las frutas, verduras, hortalizas y legumbres que crecen, gracias los comunarios del territorio que siembran y cosechan con esfuerzo y constancia se tiene a la walusa, guineo, pepino, sandía, ají, naranja, mandarina, achachairú, camote, limón, naranja toronja, zapallo, cebollas, frijol y también un cacao exquisito. Eso sí, debemos destacar la diversidad amazónica, sobre todo en frutas como el asaí, majo, copoazú y muchos más.
De estos ingredientes, a su vez, se desprende una amplia gastronomía en la que se utilizan todo tipo de técnicas ancestrales que permiten la conservación de los ingredientes como las múltiples transformaciones del plátano (incluyendo su cáscara) y la del maíz, que se involucra en platos salados como dulces, por decir algunos ejemplos.
Si bien Beni ha sido reconocido por la industria ganadera, de acuerdo con el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en 2021 “la economía beniana superó los 1.000 millones de dólares a partir del 2017, siendo la agricultura su principal actividad económica seguida de servicios de la administración pública, e industria manufacturera”. Sin embargo, también se debe tomar en cuenta que la pesca representa otro importante sector productivo, el cual se dirige hacia la venta dentro del país o de igual forma para la exportación.
Como verás, este departamento está lleno de elementos que deben ser revalorizados y aprovechados principalmente por los mismos bolivianos, pero el primer paso es conocerlos. Esperamos que te haya gustado conocer más sobre su increíble biodiversidad, que podríamos decir, recorre la mayoría de los puntos que la compone.
Felicidades, querido Beni y ¡qué viva su riqueza gastronómica!
Foto de portada: Bolivia Mia
Fuentes: El Diario, WayBack Machine, Clima en Bolivia, CIPCA, IBCE