El tarumá es un árbol que crece generalmente en las riberas de los ríos sudamericanos. Por ejemplo, en Bolivia, lo podemos encontrar en las orillas del río Piraí y otros lugares dentro de la Chiquitanía. Su fruto, lo más popular, es conocido como tarumá o incluso como “aceituna del monte”, debido a su parecido con este ingrediente por fuera.
Tarumã proviene del idioma tupí-guaraní y significa “fruto oscuro para hacer vino”, por lo que se podría suponer que era utilizado por los nativos para hacer algún tipo de bebida fermentada. Este crece en Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia y Argentina, sobre todo en bosques estacionales. Tiene una altura aproximada de 4 a 12 metros cuando está aislado y los 20 metros cuando está en medio del bosque.
Es particularmente bonito y tiene usos ornamentales, pues tiene una copa en forma de copa con bordes redondeados y su corteza es de color gris oscuro. Las flores aparecen en septiembre u octubre cuando el árbol ha perdido todas sus hojas, mientras que los frutos maduran entre diciembre y enero, cayendo por sí solos bajo la copa. Puede crecer tanto “en bosque seco como en bosques húmedos y en transición entre la pampa y el monte”.
Usos y beneficios
En cuanto al fruto, se lo reconoce como comestible y de sabor dulce con una forma ovalada, tamaño pequeño y color púrpura. El mismo, puede consumirse fresco o usarse para hacer dulces o licores. Asimismo, son muy buscados y apreciados por monos, pájaros y otra fauna, por ejemplo, como carnada para la pesca.
Por su parte, las hojas se infusionan y se utilizan como diurético y depurativo de la sangre. Nuestros ancestros las usaban también para curar los granos producidos por las picaduras de insectos, para tratar los dolores de garganta, dolores musculares, la presión alta y más.
No obstante, los expertos descubrieron a través de diversos estudios que las poblaciones que consumen frutas y verduras sufren menos incidencias de enfermedades crónico-degenerativas relacionadas con el envejecimiento y estrés oxidativo, cualidades que se atribuyen de igual manera al tarumá.
Aunque existen pocos estudios sobre este tipo de frutos, se asegura que a su vez contiene proteínas, grasa, hidratos de carbono, fibra, calcio, ácido ascórbico, potasio, hierro y otros nutrientes.
Como verás, se trata de un fruto que necesita ser más investigado y valorado, pues forma parte de la increíble biodiversidad de nuestro país. Esperamos que te haya gustado conocerlo y si ya lo hacías, descubrir más sobre él.
Y tú, ¿alguna vez habías probado tarumá?
Fuentes: Conacyt, Frutas Paraguay, Consejos Nutritivos, Apremavi