La gelatina de pata es un postre típico y conocido en casi toda Hispanoamérica que se produce de manera natural cociendo la pata de res, lo que deja como resultado un líquido lleno de colágeno que se puede saborizar de distintas maneras. Es más común encontrarlo en Bolivia y Colombia, aunque con el tiempo también se prepara en otros países aledaños.
Pese a ser un alimento popular, su origen no está establecido con exactitud, pero se le atribuye más que todo al municipio de Andalucía, Valle del Cauca, en Colombia y a la región oriental de Bolivia, es decir, los departamentos de Pando, Beni y Santa Cruz desde hace ya varios años, convirtiéndose en un alimento tradicional.
La parte más importante, el líquido que cuaja, se obtiene dejando hervir la pata de la res hasta que se disuelve el colágeno, este se extrae con agua caliente hasta romperse y formar proteínas más pequeñas y sencillas, las cuales luego se enfrían, coagulan y forman la gelatina de pata.
En los dos países se termina de manera diferente, por ejemplo, en Colombia se espolvorea con fécula de maíz, se enrolla cuidadosamente, luego se moldea para ser cortada y por último se empaca para ser comercializada y digerida, dejando un postre dulce de textura y consistencia esponjosa.
Por otra parte, en Bolivia, este líquido resultante se aromatiza con canela y clavo de olor, luego se le agrega leche y azúcar u otros endulzantes naturales para crear una gelatina dulce, de un color blanco crema que puede llegar al beige y muy suave al consumir. La misma, se vende en puestos y dulcerías en las calles, todos producidos de manera artesanal y con el mejor sabor para refrescar a los pobladores que se enfrentan al fuerte y constante de aquellas zonas.
Beneficios
La gelatina de pata no solo es recomendada por su exquisitez, sino también por los beneficios que guarda consigo. Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, aporta calcio, hierro, fósforo y colágeno, propiedades que contribuyen al “crecimiento y desarrollo del cuerpo, a la formación y protección de dientes y huesos, combate el envejecimiento y ayuda al mejoramiento de la piel, el cabello y las uñas”.
Eso sí, pueden llegar a resaltar los carbohidratos, pues se le adiciona azúcar o panela, por lo que es bueno controlar su consumo, pero a su vez destacan las proteínas representadas por el colágeno y su falta de grasa, pues esta se retira durante su elaboración.
Asimismo, los expertos en nutrición aseguran que su consumo ayuda a disminuir el dolor y la rigidez causados por la inflamación de las articulaciones y los huesos gracias al colágeno, el cual a su vez, contribuye a disminuir los signos del envejecimiento, como las líneas de expresión, las arrugas, la sequedad y la piel flácida.
Definitivamente, se trata de un alimento que, aunque puede impresionar algunos por su origen, resulta valioso para nuestra alimentación, pues con su consumo recibimos elementos importantes para cuidar nuestra salud de una manera más natural, pues a comparación con las gelatinas comerciales, no intervienen colorantes, conservantes y otros químicos.
Por ello, si tienes la oportunidad, disfruta de su sabor cada que puedas, verás que se convertirá en un gran aliado, típico de nuestras tierras, para tu bienestar.
Y tú, ¿consumes gelatina de pata?
Foto de portada: Opinión Bolivia
Fuentes: Revista Semana, Fegasacruz, Mejor con Salud, GastroLab, Dulcería.net, La Verdad
