Tiwanaku: un territorio con gran historia y herencia gastronómica

Tiempo de lectura: 3 minutos

Tiwanaku, también conocida como Tiahuanaco, es una ciudad arqueológica antigua ubicada a 21 kilómetros al sureste del lago Titicaca en el departamento de La Paz, Bolivia. Esta ciudad fue la capital del Estado tiahuanacota que se caracterizó por ser una cultura preincaica que se enfocaba en la agricultura, la ganadería y la arquitectura. Esta civilización abarcó territorios en la meseta del Collao que incluyen el oeste de Bolivia, suroeste de Perú, norte de Argentina y norte de Chile. Su influencia tecnológica y religiosa se irradió a otras culturas contemporáneas.

Tiahuanaco fue habitada por más de 40,000 personas y tenía al menos cuatro ciudades pequeñas o pueblos dependientes. Estos habitantes se alimentaban principalmente de papa y otros tubérculos, así como de llamas y alimentos que provenían de zonas más bajas. Además de la ganadería, la cultura tiahuanacota destacó por el uso de alpacas para producir lana de alta calidad y llamas como animales de carga, lo que permitía una mayor conexión con los asentamientos aliados.

Agricultura y gastronomía

Dadas las difíciles condiciones geográficas y climáticas de la zona, los pobladores de Tiahuanaco desarrollaron técnicas y tecnologías para sobrevivir y consolidar su cultura por más de un milenio. La gastronomía en la región se adaptó al clima seco y frío, por lo que se cultivan granos como la quinua y la cañahua, que pueden ser consumidos de diversas formas.

En la actualidad, Tiwanaku, según el Compendio Socioterritorial del Municipio de Tiwanaku (2008), es un pueblo dedicado a la ganadería (67,6%), agricultura (27,0%), horticultura y piscicultura (0,1%). La crianza de ganado vacuno es la principal fuente de ingresos de los pobladores junto a la agricultura tradicional y la crianza de animales menores como corderos, cuyes, gallinas y cerdos. 

Foto: Histoire a saca dos

La agricultura en Tiwanaku es conservacionista y autosuficiente, ya que los aymaras solo tienen cuatro meses al año para producir sus alimentos y aprovechan los ocho meses de frío intenso para producir alimentos como el chuño y la tunta, y fabricar artesanías.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Tiwanaku predomina la crianza de ganado ovino y bovino, así como la producción de alfalfa y cebada forrajera. El municipio cuenta con 2,558 Unidades de Producción Agropecuaria (UPA), de las cuales 135 realizan actividades de pesca. Además, 4,772 miembros de estas unidades agropecuarias se dedican a la ganadería y 1,907 a la agricultura.

Los habitantes de esta zona poseen una amplia variedad de papas nativas y quinuas, las cuales han logrado conservar. También han construido pequeños invernaderos donde producen lechugas, tomates, apios, nabos y una variedad de ajíes. Además, poseen algunos tubérculos que son deshidratados, los cuales forman parte del patrimonio del lugar. Los pobladores creen que deben compartir estos productos con el mundo, al igual que las ruinas y la vestimenta de los habitantes de Tiwanaku.

Otra técnica que se mantiene en esta zona es la cocina a leña, la cual se realiza generalmente en un fogón y con recipientes de barro. Además, utilizan instrumentos como el batán o mesa de piedra para moler granos, los cuales son el ingrediente principal de bebidas frías o calientes y sopas.  Entre los platos más destacados encontramos al asado de llama o cordero, lechón al horno, trucha frita, mauri, ispi, thimpu, pesque, sopas, ajíes y mazamorras. Sin embargo, una de las prácticas que perdura con fuerza es el apthapi. 

Foto: La Leña

Esta, según los expertos y conocedores de la cultura e historia boliviana, representa “una muestra de trabajo solidario, de compartimiento, de confraternización y de convivencia pacífica”, pues durante el apthapi, la gente que va a participar lleva comida al lugar de encuentro y más que eso, los pobladores entregan una porción, fruto de sus cosechas y de su producción ganadera. 

Esto significa mucho, ya que ellos entregan lo que tienen con libertad, sin restricciones o alguien que juzgue lo que va a aportar. Pueden llevar pedazos de queso, de carne, de huevo o fideo o también grandes cantidades de habas cocidas, carnes, chuño (y chuño phuti), diferentes tipos de papas, ajíes, llajua, mote, huevo duro y plátano cocido por dar algunos ejemplos, pues como te decíamos, no existe medida alguna.

Sin duda alguna, este es un territorio con una historia impresionante que, aunque haya perdido algunos elementos, muchos otros han trascendido a través de los años, dejándonos pruebas de esta cultura, también en su faceta gastronómica, que estarán por mucho tiempo más con nosotros. Si tienes la oportunidad, no dudes en visitarlo y ser testigo de toda esta riqueza. 

Y tú, ¿alguna vez visitaste Tiwanaku? 

Foto de portada: Jornada

Fuentes: Jornada, MIGA, Opinión, El rincón el chefcito, National Geographic

Compartilo en

Exit mobile version