Los maicillos son una deliciosa variedad de galletas que goza de gran aceptación debido a que la harina de maíz, que reemplaza a la harina de trigo, aporta un sabor y textura únicos. Esta receta se prepara de manera similar en Bolivia, Perú y Tamaulipas, donde la harina de maíz o maicena se convierten en los ingredientes principales y se agregan ingredientes regionales para darle un toque más tradicional.
Son una receta de repostería boliviana, que aunque no se tienen muchos registros de su historia, se le atribuyen bastantes años de existencia, por lo que se ha convertido en un elemento tradicional de la mesa de la población sobre todo durante las festividades de Todos Santos y Semana Santa debido a su facilidad de preparación y la gran demanda en estas dos fechas.
Sin embargo, también es posible encontrarlos en diferentes pastelerías sin importar la fecha o departamento y a un muy bajo precio. No obstante, para hablar de esta masita típica, también es necesario conocer un poco del ingrediente estrella: el maíz.
El maíz es uno de los alimentos más emblemáticos y simbólicos de América. Su cultivo se remonta a 7,000 años antes de Cristo y fue un pilar fundamental en la alimentación, la economía y los ritos de los pueblos prehispánicos. Desde los Arawak hasta los Mayas, desde la Costa hasta los Andes, el maíz estuvo presente en la cultura de muchos pueblos americanos. Incluso se cuenta la leyenda maya de que los dioses crearon al hombre a partir del maíz.
Bolivia es considerado como el centro de origen de los maíces nativos y se han identificado siete complejos raciales de maíz en el país. Esto confirma la gran riqueza y diversidad genética de Bolivia en cuanto a maíz se refiere. Sin embargo, existe preocupación por las medidas que han permitido la introducción de maíz transgénico desde países vecinos.
En nuestro país, constituye la base de la seguridad alimentaria junto con la papa, el trigo y el arroz; además es el alimento primordial para aves y otros animales destinados también al consumo humano. Con el paso de los años, nuestros ancestros crearon diferentes maneras de aprovecharlo, entre ellas la harina.
Esta se caracteriza principalmente por la ausencia de gluten, lo que la hace apta para la elaboración de recetas para personas celíacas. Además, es rica en una variedad de vitaminas y minerales esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo, incluyendo la A, B1, B5, C, E y K. La misma, se obtiene al moler directamente los granos maduros, secos y crudos del maíz.
Ingredientes
Los maicillos están hechos de harina de maíz blanco, polvo de hornear (royal), manteca, canela, azúcar, sal y huevos. Primero, se tamiza la harina con el polvo de hornear, se agrega la manteca con el azúcar, la canela, los huevos y la sal.
A continuación, se agrupan pequeñas esferas con la masa para luego aplastarlas con la mano, lo que le da la forma redonda. Luego se agrega un poco más de azúcar y algunos también le dibujan una especie de cuadrícula encima, que según se cuenta, se podía crear con el marlo del choclo espolvoreado de canela, el cual funcionaba como una especie de rodillo.
Finalmente, son introducidos al horno por un tiempo corto, resultando en una preparación sencilla. En otros países, se les hace un hueco con el dedo pulgar en el centro y se lo rellena de mermelada de frutilla o durazno, mientras que en otros, se utiliza almidón en vez de harina.
Como verás, se trata de un elemento sencillo, pero delicioso que ha cautivado los paladares más exigentes, siendo el más esperado en las próximas fechas. No tardes mucho en saborearlo junto a un delicioso café caliente.
Y tú, ¿también eres fan de los maicillos?
Foto de portada: El Diario
Fuentes: Recetas de Bolivia, Gastronomía Bolivia, Los Tiempos, Repostería Boliviana