La producción de uva en Bolivia tiene varios siglos de historia y comenzó con la llegada de colonos españoles y portugueses a América. A Bolivia llegó a mediados del siglo XVI. Las primeras plantaciones de vid en Bolivia se hicieron en Mizque departamento de Cochabamba, de ahí se extendieron a Nor y Sud Cintis en el Departamento de Chuquisaca. Posteriormente, el cultivo de la vid llego a Tarija actualmente el mayor productor de uva de Bolivia.
Durante la época de la explotación de la plata en el Cerro Rico de Potosí, se trató de cultivar vides en los valles de Potosí y Chuquisaca, pero las condiciones eran adversas para la fabricación del vino*. Esto obligó a los productores a incorporar alternativas para la utilización de esas vides como la destilación y es así que nace el singani. El nombre provendría del lugar de origen de la hacienda Sirvingani, en San Lucas de Payacollo en Chuquisaca.
Un alambique artesanal de arcilla (la K’onchana), procesaba esta bebida en sus inicios. Y aunque hoy la tecnología ha ido cambiando, el destilado claro a 40 grados y un bouquet distintivo es una bebida emblemática en el país.
Una bebida versátil
Los coctelitos y el tradicional chuflay son las muestras de coctelería más tradicionales que tienen como base el singani. Sin embargo, su uso se ha extendido a muchas muestras de gastronomía fusión e innovadoras y el Singani es esencial en las cartas de cocteles y bebidas en restaurantes bolivianos. Asimismo, hoy el Singani es embajador de nuestro país, al haberse internacionalizado con la exportación a EEUU de la mano del cineasta Steven Soderbergh.
*Extraido del Árticulo, Singani:Origen Tradición y Desafío. Publicado en Revista OH Los Tiempos. 03/2012. Fuente: Historiador Victor Hugo Alfaro Lazo.