Por Luisa Acha
Más de 15 mil objetos de diferentes épocas, estilos e historia habitan en este espacio que ha acogido a artistas como Scorpions, Lila Downs y Café Tacvba. Su decoración provocativa ha trascendido para convertirse en uno de los lugares menos convencionales y por eso, favoritos en la ciudad de La Paz. Es “el secreto mejor guardado de Sopocachi”
Durante sus 12 años de vida este anticuario-bar se ha convertido en el emblema de la noche paceña para quienes quieren disfrutar de un lugar que mantiene la sensación de ser simultáneamente: una acogedora casa, un museo y un boliche fuera de lo común.
Roberto Cazorla, el dueño de esta obra de arte, nos comentó que este espacio ha sido el resultado de un trabajo de más de 40 años. Él estudió escenografía y al empezar con el proyecto no le resultó difícil ir acomodando cada objeto con un alto sentido estético que provoca a sus visitantes regresar una y otra vez. “El nombre nació por la planta, pero el concepto fue cambiando”, contó Cazorla. La Costilla de Adán, que además hace referencia al sexo femenino, expresaba desde el inicio la identidad del espacio con figuras artísticas fuertes como Édith Piaf o Chavela Vargas.
Con el tiempo esta idea se amplió y se incorporaron elementos que elogian el concepto del pecado original planteado por el cristianismo y quede manera irreverente se presentan en varios detalles: un confesionario, almohadones que tienen bordados la serpiente como el símbolo del pecado y un cuadro de la Virgen de los deseos. Lo que se recomienda degustar son las manzanas rellenas, tamales, empanadas de queso de cabra y un excelente tiramisú.
En la coctelería se encontrarán bebidas de la casa enlazadas con el concepto del pecado, manteniendo la originalidad del ambiente. Roberto Cazorla está seguro que la esencia de este lugar es la experiencia de conocer gente poco convencional, personas que de una u otra manera tienen un vínculo con el arte, “diplomáticos, agregados culturales, escritores, actores, gente común que te abre la cabeza”.
Paradójica pero gratamente, los artistas que día a día se exponen en sus obras, saben que La Costilla de Adán guardará sus secretos, por eso se ha convertido en uno de los referentes que no necesita de publicidad. “Los que llegan aquí, llegan por algo, ya que la mejor publicidad se hace de boca en boca” afirmó Cazorla.