Para esta travesía no hay mejor lugar como Flor de leche (F.L.), una planta en la cual se fabrican los quesos que posteriormente son servidos en el Chalet donde se disfruta de la comida y buena compañía, pero F.L. también es un espacio para enterarnos sobre las variedades de queso que existen y cómo hacerlos, todo esto a través de un tour realizado desde la recepción hasta los sótanos.
Teresa Gilles, representante de la empresa F. L., comenta que el lugar empezó a desarrollar sus primeros quesos en 1998 con la idea de interactuar y brindar algo diferente a la gente de la zona de Achocalla, una zona productora agropecuaria. Como en Achocalla ya existía mucha ganadería, se optó por producir queso sin criar a las vacas.
Hoy en día F.L. produce quesos de tradición europea rescatando ciertas recetas como el Tilsit, un queso creado a mediados del siglo XIX por artesanos suizos, el Raclette que también es suizo o el Edam de origen holandés.
También cuentan con dos quesos de tradición suiza e italiana pero que al procesarse con la leche de Achocalla adquieren características propias, por ello los denominaron de la siguiente manera: “Roca del Illimani” (queso parmesano) y el “Achocalla” (queso gruyere).
Teresa menciona que tienen diferentes tipos de queso Tilsit, depende de su maduración, sin embargo se estarán preguntando ¿de qué se trata la maduración?, ella comenta que lo hacen de manera artesanal, es un trabajo manual y para que el queso madure se necesita un ambiente húmedo, oscuro, con cierta temperatura y una persona denominada el “afinador del queso” quién lava el queso con un poco de sal, suero y fermentos para que alrededor de éste se genere una capa de microorganismos que también le da una característica especial al queso. Los quesos pueden madurar desde dos semanas (joven) hasta dos años (viejo).
Teresa Gilles explica un poco sobre este tema: “Nos interesa trabajar con pequeños productores aportando a su crecimiento y desde la empresa hacer un impacto en el tema del desarrollo local. Tratamos que todos nuestros materiales e insumos sean locales, con proveedores locales, por ejemplo en temas de detergentes tienen que ser biodegradables y nuestros envases de madera son hechos por un carpintero por ejemplo”.
El enfoque eco-social de Flor de Leche Es una empresa ecosocial que hace referencia a todo lo que tenga que ver con la ecología, lo económico, lo artesanal, y a la vez ser sostenible para generar utilidad a los proyectos educativos y socioculturales, para la empresa todo esto no es una “responsabilidad social” sino su “prioridad”.
Benjamín, chef del Chalet de F.L. , nos cuenta que lo más pedido es la fondue de queso y las pizzas, pero últimamente están promocionando las tablas de queso para que la gente pueda distinguir los tipos de sabores y se les explique el tiempo de maduración u otras características del queso. Flor de leche no solo brinda deliciosas comidas a sus clientes sino experiencias para interactuar con la gente y todo esto con el fin de hacer un bien ecológico y social.