Las bolsitas de té forman parte de nuestro día a día, ¿quién no toma esta bebida al menos una o dos veces al día? Lo cierto es que algunos prefieren un proceso de infusión, pero quienes optan por este formato podrían estar corriendo un gran riesgo.
Nos referimos a las bolsitas, el empaque semitransparente en el que viene encerrada esta hierba. El problema con estas va dirigido a los componentes con los que se crea o simplemente con lo que está esté hecha.
Se ha comprobado mediante estudios de la American Chemical Society (ACS) que muchas de las bolsas de té no son solo de papel, sino que se elaboran con un tipo de plástico. En realidad, el experimento fue sencillo: se dejó remojar una bolsa de té a una temperatura de 95°C para después analizar el agua y encontrar cerca de 3.1 billones de nanoplásticos navegando en la pequeña taza.
Luego, se comprobó que los microplásticos provenían de la bolsa del té, la cual resultó estar compuesta de tereftalato de nylon y polietileno. Los niveles de partículas de plástico que se encontraron son los más altos registrados en comparación a cualquier otro alimento. Además, diversas pruebas caseras revelan este descubrimiento al ver la reacción de la bolsa ante el fuego y sentir el olor que desprende. Aquí te dejamos una de ellas.
Y, por si fuera poco, la BBC publicó un video hace algún tiempo mostrando al público el proceso que lleva realizar estas bolsitas, revelando a su vez, que uno de los componentes para el resultado final es plástico. También te lo mostramos para que no te quede ninguna duda.
Parece ser que los fabricantes utilizan el plástico para dar más consistencia a las bolsas, así no se descomponen en el agua, también para sellarlas fácilmente con calor y evitar que las hierbas de desparramen en el agua.
¿Qué pueden causar estos microplásticos?
Lo cierto es que los profesionales siguen investigando el daño específico que estos pueden causar en nuestro organismo, pero por el momento recomiendan aminorar o intentar eliminar el consumo de estos porque, de cualquier forma, terminamos consumiendo algo tóxico, por más que sea en una pequeña cantidad.
Por otra parte, el daño no solo es a nuestro organismo, sino también al medio ambiente, ya que, si te das cuenta, el plástico que contamina cada vez más nuestro planeta también se encuentra en estas pequeñas bolsitas, contribuyendo a los problemas que atravesamos actualmente al ser desechadas.
¿Qué puedes hacer?
Para cuidarte tanto a ti como al medioambiente, lo mejor sería intentar reducir el consumo de este formato de presentación y optar por el de comprar el té a granel o empaques que lleven la hierba suelta. Además de prevenir algún problema, sentirás el sabor de tu té más intenso y delicioso.
Si bien existen bolsitas de papel compostable, es muy difícil saber si las demás realmente no tienen en su composición plástico, ya que no necesariamente este dato se incluye en el empaque. Por ello, te mencionamos esta mejor opción o recurrir a aquellas de las que estés seguro que no contienen este elemento.
Otra forma sería demandar a los fabricantes crear bolsitas más sostenibles, pero hasta que esto pueda ocurrir, cada uno puede hacer la diferencia desde casa.
Y tú, ¿cómo te tomas el té?