Los insectos comestibles son, aunque no lo creas, una fuente de alimentación segura y bastante utilizada en la historia como un ingrediente milenario que, con el tiempo, su consumo se convirtió en algo exótico y hasta asqueroso para la mayoría. Esta es solo una construcción social, pues no solo tienen diversos sabores, sino también propiedades increíbles.
En el mundo, se han reconocido más de 1.900 especies de insectos comestibles y cada vez, gracias a nuevos estudios científicos, el número se incrementa. La mayoría de estas especies conocidas se recogen directamente del medio natural, por lo que los datos disponibles sobre las cantidades de insectos que aún no se han descubierto son escasos. Sin embargo, se han reconocido los siguientes grupos a fin de sintetizarlos:
- Escarabajos;
- Hormigas, abejas y avispas
- Saltamontes y grillos
- Polillas, orugas y mariposas.
Según la FAO (Food and Agriculture Organization), el grupo de insectos más consumidos serían los escarabajos (coleópteros, 31%), las orugas (lepidópteros, 18%) y las abejas, avispas y hormigas (himenópteros, 14%), a quienes les siguen los saltamontes, las langostas y los grillos (ortópteros, 13%), las cigarras, los fulgoromorfos y saltahojas, las cochinillas y las chinches (hemípteros, 10%), las termitas (isópteros, 3%), las libélulas (odonatos, 3%) y las moscas (dípteros, 2%). ¿Ya te los estás imaginando?
Más que un alimento exótico
Como te adelantábamos, el consumo de insectos aporta al ser humano grandes beneficios, entre ellos un 13,4 % y un 33,4 % de grasas buenas, sobre todo de ácidos grasos poliinsaturados. Además, son ricos en minerales como el hierro, en calcio y contienen algunas vitaminas. Si te pones a pensar, incluso pueden compararse con la mejor carne de vacuno.
Para que sigas sorprendido: está demostrado que medio kilo de abejas, ofrecen las mismas proteínas que medio kilo de carne de vacuno, así que más que tener miedo de consumirlos, deberíamos aprovechar sus bondades, incluso como una alternativa más sostenible.
Pero, ¿a qué saben?
Lamentamos decirte que esta respuesta es bastante relativa, pues quienes los han probado aseguran que es difícil asociar el sabor de estas criaturas con algún alimento en concreto, ya que suelen ser sabores muy particulares y dependen mucho del condimento o acompañante que se le agregue, como curry o incluso chocolate.
Alguna aproximación se ha reconocido gracias al Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México que en uno de sus estudios expresó: “hay gusanos que saben a queso, los chinches de monte se asemejan a las manzanas, los saltamontes se parecen al pollo y los huevos de hormigas podrían parecerse a la nuez y la mantequilla”. ¿Será?
Lo cierto es que no se sabe hasta probarlos, por eso te dejamos una lista con los más consumidos en el mundo:
Chapulines en México
Son más comunes de lo que crees, se encuentran en prácticamente todos los estados del centro y sureste de este país y se pueden comer tostados o guisados con diferentes salsas. Al parecer, su sabor es parecido al chicharrón.
Gusano del agave en México
Suele consumirse frito o a la brasa, eso sí, sin olvidar acompañarlo casi siempre con salsas muy picantes.
Hormigas culonas de Colombia
Por su tamaño reducido, estas hormigas pueden comerse como aperitivo, aludiendo un poco al maní, pues parece que su sabor es similar.
Siqui sapa peruana
Esta especie de hormiga cuenta con un abdomen prominente, la forma de consumo es cocinarlas hasta que se les quite la humedad para luego freírlas en sal y manteca.
Suri amazónico
Este gusano típico del Amazonas era consumido directamente del árbol o era cocinado por los antiguos pueblos indígenas.
Picudo rojo
Este el escarabajo comestible más consumido en África subsahariana, increíble, ¿no?
Cigarras africanas
Estas pequeñas suelen consumirse tostadas y se sabe que su sabor es parecido al de las almendras.
Grillos tailandeses
Este insecto es tan común que es hasta considerado un manjar en Tailandia, donde se lo come como aperitivo.
Insectos en Bolivia
La entomóloga Yumi Herrera explicó al periódico Los Tiempos que en Bolivia sí se consumen insectos, pero en cantidades y lugares específicos. “En Pando, Beni, Santa Cruz, algunas zonas de La Paz y del trópico de Cochabamba se consumen este tipo de alimentos que tienen mucha proteína, más que la carne vacuna”, expresó al medio.
Aquí algunos ejemplos:
Larvas polilla de maíz
Estas pueden ser cocidas, salteadas, añadidas a caldos o lo que te imagines.
Abejas Apis mellífera
Su captura puede ser incluso, de manera natural, pero eso sí, se debe tener mucho cuidado con ellas, sobre todo con su aguijón, pues parece que aún muertas, este sigue conteniendo la toxina venenosa.
Tuyu tuyu
Insecto también conocido como “suri”, tiene una consistencia viscosa, es amarillo y se presume que posee propiedades afrodisiacas.Puedes encontrarlo en el trópico de Cochabamba, Beni, Pando, parte de Santa Cruz y en el norte de La Paz.
Tujo o “cepe culón”
Esta es una especie de hormiga voladora, de la cual se consume mayormente la cola frita ya que gracias a este método se adquiere una consistencia parecida al del maní crocante. Eso sí, no son baratas, cuestan alrededor de Bs 150 a 200 por libra.
Se dice que los insectos pueden ser el alimento del futuro. Pese a su aspecto, que puede desanimar a muchos, debemos tomar en cuenta que nuestros ancestros se nutrían muy bien con ellos, así que no estaría mal prestarles un poco más de atención y como te decíamos, incluso puede representar una opción más sostenible y saludable de consumir proteína. Cabe aclarar, además, que estos son solo algunos de los insectos más consumidos, si te presentáramos todos, nos tardaríamos un eternidad, pero te invitamos a investigar más sobre ellos.
Fuentes: WebConsultas, Proteinsecta, La Vanguardia, Los Tiempos, La Prensa