La moringa es un árbol también conocido como el “árbol de la vida”, pues desde su tierra natal, la India, se ha utilizado tradicionalmente con fines medicinales por miles de años, demostrando sus cualidades. Este tiene un gran potencial nutritivo, en el que actúan en conjunto vitaminas, minerales resultando en múltiples beneficios para nuestro organismo. Tanto sus hojas, corteza, vainas y raíces se utilizan para el consumo y a la vez, aportan proteínas, calcio, betacaroteno, vitamina C, potasio, pocas grasas y cero colesterol dañino, convirtiéndola en un alimento casi perfecto.
Las hojas, que quizás son las más consumidas, son ricas en vitamina C y otros antioxidantes y tienen un sabor picante. Se aplican tanto en guisos como en ensaladas y si se trata de cocciones, se recomiendan cortas y ligeras para aprovechar mejor sus nutrientes. Asimismo, se encuentran disponibles trituradas, en cápsula o en polvo, para tomar como suplemento, infusión o incluso añadirlas a batidos, salsas y otras recetas.
Pese a que todavía no existe una dosis científica totalmente comprobada que se deba ingerir de moringa, algunos expertos sugieren que la ingesta sea de hasta 400 mg diarios que servirán para aprovechar sus beneficios. Pero claro, debe ser utilizada para complementar el tratamiento médico y no para sustituirlo o simplemente para mantener la salud del cuerpo.
Dicho lo anterior, te presentamos aquellas cualidades que hacen a esta planta especial:
Es una enorme fuente de hierro
La moringa se destaca por su alto contenido en hierro. Por ejemplo, en solo 5 g de hojas se puede disfrutar de entre 1,6 y 2,5 mg de hierro, lo que representa entre un 10 y un 15% de las necesidades de ingesta diarias. Para optimizar su absorción te recomendamos combinarla con frutas ricas en vitamina C. Además, podrás prevenir fácilmente la anemia.
Mejora la salud del sistema digestivo
Este alimento ayuda a prevenir y tratar la formación de úlceras estomacales, pero también a combatir el estreñimiento y las hemorroides, tanto por su alto contenido de fibras, como también por su efecto vasodilatador, acción que mejora la circulación sanguínea y puede aliviar el malestar que causan las hemorroides.
Fortalece los huesos, el sistema nervioso y el tono muscular
Recomendado sobre todo para personas con alimentación vegana, pues una cucharada de moringa aporta en torno al 10% de las necesidades diarias. Asimismo, su contenido en magnesio (24 mg) contribuye a la fortaleza de los huesos y estos minerales juntos son necesarios para el equilibrio del sistema nervioso y el tono muscular.
Es un suplemento natural de vitamina E
Déjanos contarte: 5 g de moringa aportan el 23% de la cantidad que se necesita al día. El contenido de esta vitamina antioxidante es importante para proteger las membranas celulares, algo que podrás conseguir consumiendo moringa. Asimismo, este beneficia al sistema cardiovascular y estimula el inmunitario.
Tiene efecto saciante
La moringa es una planta rica en fibras y en proteínas que ayudan a aumentar la sensación de saciedad, disminuyendo la cantidad de alimentos que son ingeridos y favoreciendo la pérdida de peso. Además, algunos estudios en animales indican que podría reducir la cantidad de grasa acumulada en el organismo, todavía no se tiene muy claro cuál es el mecanismo, por lo que son necesarios más estudios al respecto.
Incrementa los aportes naturales de energía
La moringa es un apoyo fundamental para extraer energía de los alimentos (sobre todo de los hidratos de carbono), pero también puede hacerlo por sí misma, pues en una cucharada se encuentra el 12% de la dosis diaria recomendada.
Protege la salud del corazón
Al contener bastante fibra, consumir moringa ayuda a evitar la absorción de colesterol en el intestino, pero también se le atribuyen diversos compuestos bioactivos como la quercetina y polifenoles, los cuales actúan como antioxidantes y pueden reducir la inflamación crónica, disminuyendo al mismo tiempo, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Es muy rica en antioxidantes
Este alimento posee más de 40 antioxidantes, de los cuales destacan la vitamina A y la quercitina. La primera, se presenta en forma de betacaroteno, un potente antioxidante que contribuye protegiendo la piel, las mucosas y órganos como la vejiga. Además, previene el envejecimiento celular prematuro. De hecho, 5 g de moringa aportan del 14 al 20% de las necesidades diarias de esta vitamina ¿viste? Cabe destacar también que la quercitina refuerza el poder anti cancerígeno y anti degenerativo de la moringa.
Incrementa la capacidad respiratoria
La moringa, en cualquiera de sus presentaciones, ayuda a aliviar los síntomas y la severidad de los ataques de asma gracias a que con su consumo se incrementa la hemoglobina, resultando en mejoras de la capacidad respiratoria.
Protege e hidrata nuestra piel
Esta planta es muy rica, pues aporta vitaminas C, A y del complejo B que favorecen la producción de colágeno, la cicatrización y la hidratación de la piel, incluso, protegiéndola de los daños causados por los rayos UV.
¿Ya te convenciste? La moringa es todo lo que necesitamos en nuestra dieta, aprovecha cada una de sus cualidades de la manera que más te guste, seguramente no se te hará difícil encontrarla.
Fuentes: Túa Saúde. Cuerpomente, La Vanguardia