Si tienes hierbas aromáticas en casa y temes que se te echen a perder, te dejamos la mejor solución: secarlas. Esta técnica es sencilla y sobre todo útil, pues al aprender a conservarlas de forma adecuada y reservarlas, podrás ayudar a que conserven todas sus propiedades y sabor. Te dejamos algunas de las técnicas caseras más utilizadas:
Secar al aire
Esta es una de las técnicas más antiguas y que de seguro ya conoces. Nuestros ancestros -sobre todo los herbolarios- acomodaban las hierbas en ramos para secarlas y después deshojarlas y almacenarlas en frascos de vidrio.
Lo único que debes hacer es poner un lazo colgante donde dé el sol para que ahí coloques las hierbas atadas con un hilo y puestas boca abajo. Eso sí, antes de colgarlos verifica que estén bien amarrados para que no se rompan. Una vez que la humedad desaparezca de ellas, descuelga estos amarros con mucho cuidado para que no se desperdicie nada, quita los tallos con cuidado y almacena las hojas en frascos herméticos.
Secar en microondas
Como lo leíste, otra de las opciones para secar hierbas es hacerlo en el microondas. Lo único que cambia es que ahora, lo primero que debes hacer es separar las hojas del tallo y posteriormente lavarlas. Una vez que estas estén limpias introdúcelas en el aparato sobre una toalla absorbente por al menos 30 segundos o hasta que queden secas por completo. Una vez listo, retíralas y guárdalas.
Secar al horno
Igual de fácil, puede secar tus hierbas en tu horno de gas o eléctrico, solo debes colocar un papel encerado en una charola y después acomodar las hojas, el papel te ayudará a que no se peguen. A continuación, debes calentar el horno a la temperatura más baja y dejar las hojas durante 20 minutos o hasta que veas que se secaron. Y listo, las hojas se desmoronarán fácilmente.
Deshidratar al sartén
Otra forma de secar hierbas es deshidratándolas, sobre todo si las conservas en grandes cantidades. Para esto, utiliza una sartén que permita poner una malla o colador encima para que las hojas no se caigan y puedan secarse ahí. Pon todo a fuego lento y espera a que se sequen, mueve constantemente y ten cuidado de no quemarlas.
¿Cómo almacenar las hierbas?
Reiteramos este paso, para comenzar, retira las hojas y tallos mal secados o quemados y elige la forma en que las vas a almacenar, pueden ser con el tallo entero y hojas o molidas o mezcladas. Eso sí, te recomendamos que las guardes en recipientes herméticos de vidrio o plástico que estén muy limpios y secos, lo mejor es que evites las bolsas de tela, pues son susceptibles a la generación de moho.
A continuación, conserva estos frascos ya llenos en un lugar protegido de la luz, fresco y seco y si puedes, etiqueta cada recipiente con el nombre de la hierba o mezcla, fecha de envasado y fecha de vencimiento para conocer su tiempo de vida restante. Toma en cuenta que 1 kilogramo de producto fresco rinde entre 100 y 150 gramos de producto seco, aunque depende del tipo de planta.
Por último, te recomendamos algunas mezclas para disfrutar de estas hierbas ya secas:
- Hierbas de olor: una mezcla de laurel, tomillo y mejorana.
- Hierbas surtidas: esta tiene hierbabuena, cilantro, perejil, orégano y cebollín blanco.
- Hierbas provenzales: una mezcla de albahaca, laurel, romero, ajedrea y tomillo. Ideal para usar en parrilladas.
- Hierbas italianas: contiene albahaca, orégano, romero y tomillo, pero también puedes agregar dientes de ajo y hojuelas de chiles secos al sazonar salsas y platillos italianos.
- Para sazonar aves: puedes mezclar perejil, salvia, romero y mejorana. Una combinación excelente si vas a hornear o asar pollo o pato.
¿Lo ves? Es mucho más sencillo de lo que parece. Aprovecha cada una de las hierbas aromáticas y ten tus propias reservas, verás que el sabor lo valdrá todo.
Y tú, ¿ya habías secado hierbas alguna vez?
Fuentes: CitySens, Animal Gourmet, Directo al Paladar, Larousse Cocina