El karapecho es un platillo típico del departamento de Chuquisaca. Se trata de una preparación que incluye pocos ingredientes, pero en base a técnicas ancestrales que se nos fueron heredadas hace cientos de años. Con sus sabores, deleita los paladares bolivianos a la hora del almuerzo, cena o el momento que se prefiera.
En esta preparación, la estrella se la lleva el charque de res, que en compañía de mote de maíz y otros elementos resultan en un plato completo y salado, por supuesto acompañado del típico ají que no puede faltar en Los Valles.
Sin embargo, por el mismo charque y la técnica con la que es preparado, se le atribuyen raíces andinas. Esta se conoce como salazón y se ha usado desde la época precolombina para conservar la carne por períodos prolongados.
El charque, también conocido como charqui, es un tipo de carne deshidratada típica de las regiones andina y meridional de América del Sur, esta puede ser de distintos animales, incluyendo la llama, vaca, oveja, cerdo, etc. que además tiene muchos beneficios para la salud, pues conserva las propiedades de estas proteínas.
El método para obtener este tipo de carne es el siguiente: primero, se corta la carne en lonjas o tiras que sean lo más finas posible, se le quita un gran porcentaje de grasa si no es toda y se trata de quitar, en lo posible, toda la sangre que contenga. A continuación, los trozos son cubiertos completamente por una gran cantidad de sal. Una vez que se han empapado de este ingrediente, se llevan a secar en un ambiente ventilado, seco y que permita que la luz y el calor del sol puedan tomar la textura que se desea.
Preparación
El karapecho, en específico, está elaborado con charque seco de res que se cocina en agua y posteriormente se fríe para que el resultado sea crocante. Para obtener este resultado, debe ser previamente desgrasado y cortado en lonjas lo más finas posibles, evitando que quede duro.
Además, esta puede ser previamente marinada con jugo de limón, aunque también se sirve con algunas rodajas enteras para que el comensal sea quien lo agregue al gusto. Los acompañamientos por su parte son papas, mote de maíz y huevos cocidos.
Asimismo, la llajua picante es un elemento infaltable que le da el toque perfecto y fresco, pero en cuanto a la bebida, lo más común y tradicional es que se acompañe con una cerveza bien fría o hasta una copa de vino.
Aunque es todo un manjar, no se lo puede encontrar en cada esquina de la capital, más bien son solo algunos restaurantes y lugares los que lo ofrecen al público. Eso sí, la mayoría lo lleva preparando con recetas familiares que se transmitieron de generación en generación, así que nunca te defraudarán.
Como verás, se trata de un platillo que a veces puede ser opacado por otras preparaciones, pero ahora que lo recuerdas o recién lo conoces, no dudes en probarlo porque puede convertirse en uno de tus favoritos. Esperamos que te haya gustado aprender más sobre él.
Y tú, ¿ya habías probado karapecho?
Foto de portada: Corre del Sur
Fuentes: Recetas de Bolivia, Comidas Bolivianas, EcuRed