El sinini, guanábana o graviola es una fruta tropical procedente de la región del continente americano que actualmente se cultiva principalmente en México, Colombia, Venezuela, Brasil y Costa Rica, siendo México el principal productor de en el mundo con una cantidad de más de 19 mil toneladas al año. En nuestro país, se desarrolla sobre todo en la región oriental.
Esta se origina de una gran familia de frutos que comprende más de 40 géneros como la Annona, género de la Chirimoya, la Rollinia, que corresponde a la Biriba y la Asimila, resultando en un fruto conocido como Pawpaw. Estas serían alrededor de 120 especies, de las cuales, la gran mayoría salieron de las regiones tropicales de América, pero ahora también crecen en las subtropicales e incluso al sudeste de Asia y en las islas Filipinas
El árbol en donde crece no es muy alto comparado con otros, pero mide aproximadamente de 5 a 10 m. Este es bastante ramificado, frondoso y lleva consigo hojas ovaladas de un tamaño de 2 a 6 cm de ancho, mientras que las flores son hermafroditas que acompañan al fruto constituido en una baya producto de múltiples ovarios.
En cuanto a su cultivo, este se desarrolla mejor en las regiones tropicales de América Central y del Sur, en altitudes debajo de 1200 m sobre el nivel del mar. Por lo tanto, se caracteriza por ser susceptible al frío. De hecho, prefiere una temperatura promedio de 25 a 28°C, aunque puede cultivarse en zonas con una estación seca moderada.
Usos y beneficios
El fruto se lo reconoce por ser de una forma oval con una cáscara de color verde y recubierta de unas espinas muy particulares. Por dentro lleva una pulpa blanca, dulce, aromática, con semillas negras y lisos fruta de un buen tamaño. Esta pulpa se puede comer tanto al natural como transformada, siendo parte de preparaciones como bebidas, sorbetes, dulces etc.
Desde hace muchos años, este ha sido utilizado como parte del tratamiento para la bronquitis y afecciones respiratorias, pero lo más increíble es que forma parte de medicamentos para combatir el cáncer. Además de esto, nos aporta sales minerales, potasio, fósforo, hierro, calcio, lípidos e hidratos de carbono, así como también vitaminas que permiten combatir la hipertensión, asma, diabetes, desórdenes del hígado y tumores. Es más, sus hojas son usualmente utilizadas como insecticida.
Es tan valorado que en 2017, según el IBCE, “la producción, industrialización y comercialización del sinini y asaí fueron declaradas de prioridad nacional debido a que estas plantas producidas en la Amazonía boliviana poseen cualidades para el tratamiento de afecciones respiratorias y contra el cáncer”, así que está altamente comprobado su aporte contra esta enfermedad.
Como verás, se trata de un fruto especial y parte de nuestra rica biodiversidad que con solo conocerla nos podría traer muchos beneficios. Si tienes la oportunidad de probarla, no la desaproveches y disfruta de su refrescante sabor.
Fuentes: “Las plantas de la amazonia, una puerta a la gestión empresarial” por Carlos Martin Benquique Claure, IBCE, Interempresas, Mag.go