Luribay es un municipio ubicado en la provincia Loayza en el sureste del departamento de La Paz, a una distancia aproximada de 190 km de la capital. Posicionado en la base de la Cordillera Oriental, en su paisaje destaca una serie de serranías y valles profundos, característicos de los valles interandinos y mesotérmicos.
Sus tierras fértiles dieron resultado a una cocina sostenible, priorizando el alimento local tanto para favorecer el desarrollo económico de la población como para dar paso a una gastronomía diversa. Por tanto, su principal actividad económica es la agricultura con una producción rica y diversa gracias a los dos pisos ecológicos que se hacen presentes.
En la parte alta se produce papa, típica de la región altiplánica, mientras que en los valles abundan los frutales y hortalizas entre ellos el tomate, haba, arveja, maíz, papa, cebolla, lechuga, zapallo, trigo, alfalfa, cebada, uva, durazno, higo, pera, manzana, tuna, entre otros.
No obstante, uno de los tesoros más cotizados son los duraznos, de los que se puede escoger entre 18 tipos diferentes y con nombres bastante peculiares, por ejemplo, “mocito blanco”, “perchico colorado” o “ulincate jaspeadito”. La producción llega a su época perfecta en el mes de febrero, cuando la riada así lo permite.
En toda esta actividad están involucradas más de 200 familias defensoras de su tierra, “a tal extremo que se oponen al uso de plaguicidas para evitar las pestes”, manteniendo una producción agrícola natural y mejorada con injertos.
Cabe destacar que su cultivo estrella es el de uvas, destinadas a la elaboración de vinos y singanis. Los procesos de destilación nacieron antes de la Revolución de 1952, gracias a algunos propietarios de los alrededores que fueron ingenieros agrónomos, formando muchas de las bebidas más finas que actualmente se encuentran en el país.
Aún se observan bodegas y haciendas coloniales, donde todavía se conserva la herencia vitivinícola de la preparación de vinos y singanis artesanales. Sin embargo, además de estas actividades, se dedican a la producción pecuaria, “con la cría de ovinos, bovinos y camélidos, además de porcinos, aves y conejos (cuyes)”.
Platillos típicos
Aunque es poca la información disponible sobre las creaciones culinarias, entre los platillos más destacados de la región se encuentra la conejada, un plato que como hace referencia su nombre, tiene como protagonista al cuy, también conocido como cututu. Este se cocina en olla y posteriormente se enharina para freírlo. Se acompaña con una salsa y se sirve con papa, arroz y ensalada.
También se puede disfrutar de una rica lechonada, preparada con carne de cerdo previamente cocinada en hornos de barro y acompañada de papa, plátano, ensalada y pera. El pampahacu o pampaku también es típico del lugar: se trata de un platillo en el que todos sus ingredientes son cocinados en un agujero en el suelo en el cual se quema leña y se cubre con piedras calientes. También destacan el charque, el lacayote, el zapallo, el ají de arveja, la lawa o sopa de maíz y la chicha de maíz.
Lo dulce tampoco se queda atrás sobre todo con el Jawi, una empanada dulce cubierta con una deliciosa crema de clara de huevo.
No cabe duda de que Luribay es una región que debemos visitar al menos una vez en la vida para disfrutar del hermoso paisaje, el clima agradable y las delicias que se quedaron como su herencia gastronómica. Si tienes la oportunidad, no la pierdas y descubre nuevas maravillas que nos ofrece nuestro país.
Y tú, ¿ya conoces Luribay?
Foto de portada: la_aleka
Fuentes: Bolivia Andando, Sabores de Bolivia, EL Diario, INE, Educa Bolivia