Las hierbas frescas son ingredientes muchas veces imprescindibles en nuestros platillos, pero, lastimosamente, su tiempo de vida se ve disminuido por temas de conserva, lo que provoca que tengamos que deshacernos de ellas sin utilizarlas ni dejarnos disfrutar de todo su sabor. Por ello, hoy queremos mostrarte algunos tips para mantenerlas frescas por más tiempo y dejar de tirarlas a la basura.
¡Es muy sencillo!
1. Haz cubitos congelados
Puedes conservar las hierbas en aceite de oliva, es tan fácil como utilizar un recipiente para hacer hielo e incorporar en trozos pequeños la hierba que deseas conservar para luego cubrirlas con el aceite y meterlos en el refrigerador. El resultado serán unos cubitos de aceite aromatizados que puedes agregar a guisos y ensaladas. Para diluirlos solo necesitarás poner en un poco de calor y al derretirse estarán listos para disfrutarse.
2. En botellas de vidrio con líquidos
También puedes hacerlo en botellas de vidrio, introduce las hierbas entre aceite de oliva, vinagre de manzana o vinagre de vino blanco y simplemente guárdalas en un lugar seco y oscuro durante 15 días. Con esta técnica obtendrás aceites y vinagres aromatizados que puedes usar como vinagretas en las ensaladas y condimentos.
3. Congélalas tal cual vinieron
Si buscas algo más rápido, puedes lavar muy bien tus hierbas y congelarlas. Necesitas extender muy bien las hojas y acomodar las ramas encima de la otra en bolsas herméticas que te asegures que pueden tolerar el proceso de congelación y listo, solo sácalas y descongélalas a temperatura ambiente para utilizarlas.
4. En tarro con agua en el refrigerador
Este es uno de los métodos más practicados, se trata de sumergir el tallo de las hierbas en un frasco limpio, cubrir todo con una bolsa de plástico y guardarlo en el refrigerador, algo parecido a poner en agua las flores frescas en casa. Al introducirse en el refrigerador, se alarga la conservación frente a la temperatura ambiente.
5. En tarros con agua cubiertos con una bolsa, a temperatura ambiente
Es la misma ciencia que la anterior propuesta, solo que esta vez debes dejar el tarro en un lugar fresco y preferiblemente con sombra. Puedes cortar un poco los tallos antes para una mejor conservación. Eso sí, este método suele mantenerlas menos tiempo.
6. Con papel de cocina húmedo en una bolsa dentro del refri
Para aplicar este sistema debes utilizar al menos tres o cuatro hojas de papel de cocina absorbente, humedecerlo bien y escurrirlo, apretando fuertemente con el puño para formar una bola, dejándolo húmedo, pero sin gotear. A continuación, ábrelas con suavidad para no romperlas y júntalas formando varias capas para colocar las hierbas dentro para luego enrollarlas sin apretarlas demasiado para que puedan respirar.
Ahora, introduce en una bolsa de cierre zip, procurando extraer el máximo de aire, pero sin aplastarlas, y guarda este rollo en el refrigerador.
7. Sumergir los tallos en agua y dejarlos al descubierto
Este método es similar al número cuatro y cinco, pero esta vez se evita cubrir las hojas: solo hay que sumergir el tallo y así, como florero lo refrigeramos. Con este método tus hierbas se conservan durante más días en buenas condiciones; sin embargo, debemos avisarte que los tallos y hojas que entran en contacto con el agua pueden volverse viscosas, y por lo tanto, inútiles. Puedes mantenerlas por cuatro días.
8. Conservarlas en sal
Si cubres las capas de hojas de tus hierbas frescas con sal gruesa y las guardas en un lugar fresco y seco, podrás conservarlas por aproximadamente un mes manteniendo su sabor, aroma y color serán casi similares a la versión fresca. Eso sí, quita la sal antes de utilizarlas.
9. Crear una sal saborizada
En una licuadora o procesador de alimentos, debes picar partes iguales de sal gruesa y hojas de hierbas. A continuación, extiende la mezcla en una bandeja para hornear y métela al horno a 100 °C por unos 30 a 40 minutos, hasta que se sequen. Puedes revolver de vez en cuando durante la cocción hasta obtener una textura fina. Puedes agregar esta sal a múltiples alimentos, el resultado es impresionante.
10. Dejarlas secar
Es muy fácil, solo tienes que colgarlas del revés o distribuirlas sobre una toalla de papel y muy rápido, en aproximadamente una semana tendrían que estar lo suficientemente secas como para colocarlas en una bolsa de plástico y congelar o guardar en envases herméticos.
Así de fácil puedes conservar tus hierbas frescas sin tener por qué desecharlas, aprovecha estos consejos y elige el que más cómodo y efectivo te resulte.
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Fuentes: Naturas, Directo al Paladar, Animal Gourmet, VIX