En la escritura sí, pues hummus también es aceptado por la Academia como humus haciendo referencia a lo mismo. Sin embargo, esta segunda palabra tiene también otro significado que podría cambiar el sentido de la oración en la que se incluya. Por ello, hoy queremos contarte de qué se tratan estas dos para que elijas sabiamente cuál utilizar en el momento adecuado.
Hummus
El hummus (que también se escribe “humus”), es un alimento, una especie de puré de garbanzos popular y originario de Oriente Medio que no solo tiene un sabor delicioso, sino algunas propiedades que lo hacen muy bueno para la salud. Entre ellas que es bajo en grasa y rico en hierro, ácido fólico y vitaminas B6 y C. Asimismo, contiene una gran cantidad de proteína, fibra, zinc y calcio, entre otras cosas.
Su preparación es muy sencilla y principalmente consta de garbanzos, tahini, ajo, pimentón, comino y un poco de zumo de limón. También se le añade sésamo, comino, especias, hierbas aromáticas, aceite de oliva y alguna que otra verdura. En medio oriente es parte de los acompañamientos de la dieta diaria, va al centro de la mesa y se sirve con berenjena asada, pan pita, arroz y curry, pero puede variar según quién lo consuma o elabore.
Es un plato tradicional en países como Líbano, Palestina, Grecia, Siria o Turquía y es un poco difícil averiguar el origen real de su receta milenaria que, además, como te decíamos, tiene numerosas variantes. Eso sí, si nos atenemos a las fuentes escritas, parece ser que la primera mención aparece en un recetario egipcio escrito en siglo XIII. En realidad, los garbanzos son considerados una de las primeras legumbres cultivadas y consumidas por el ser humano.
La receta del hummus es parte de la herencia cultural de las diferentes poblaciones que se acusan de su creación y que muy posiblemente se atribuye a todas ellas. Por ejemplo, los hebreos usan referencias bíblicas en su origen afirmando que ya se lo nombraba entre sus textos, aunque puede que no tenga nada que ver con la preparación actual que conocemos que llegó hasta nuestras manos gracias a su expansión internacional provocada por Imperio Otomano hasta la I Guerra Mundial.
Humus
El otro significado de esta palabra se trata del “mantillo o capa superior del suelo, rico en residuos orgánicos que proviene de la descomposición de los organismos y microorganismos benéficos, como hongos y bacterias”. Esta palabra viene del latín que significa “tierra” y se forma a través de un proceso natural, derivado de la materia prima de desechos vegetales en descomposición como hojas, tallos, madera, raíces, entre otros y residuos de origen animal: desechos y excretas de animales microbianos que viven en el suelo, entre ellos lombrices, bacterias y hongos.
Este proceso depende, además, de agentes externos como la humedad, temperatura y la presencia de inhibidores, como materiales pesados o tóxicos y al liberar diversos nutrientes como el nitrógeno, ayuda a convertir a este elemento en un fertilizante orgánico utilizado en la agricultura.
Tiene un color oscuro que se debe la cantidad de carbono, y de este se desprenden dos tipos: el humus viejo (morado y rojizo) y el nuevo (pardo y negro). Al entrar en contacto con la tierra, este desprende varios beneficios:
- Normalizar la nutrición vegetal.
- Aportar con productos nitrogenados al suelo degradado.
- Ayudar a labrar la tierra con mayor facilidad gracias a la mejora de sus propiedades físicas.
- Contribuye en la retención de agua y su posterior drenado.
- Incrementa la porosidad del suelo.
- Provee microorganismos útiles para el suelo.
- Funciona como un soporte y alimento de los microorganismos.
Cabe destacar uno de los tipos de humus, el de lombriz. Este es de gran ayuda en la descomposición de residuos y materias fecales de los animales, así como la basura urbana, por lo que genera una mejoría del suelo, “neutralizando el carbono y eliminando olores desagradables”. Es tan útil que incluso se practica el vermicompostaje en el que se cría y cuida de lombrices para tratar los residuos orgánicos a través de la producción del humus, para ayudar en la fertilización de los suelos.
Ahora que lo ves, estos dos términos, aunque se escriban de una manera tan similar, tienen dos significados totalmente diferentes, así que ya sabes cuál utilizar al referirte a alguno de ellos.
Y tú, ¿ya sabías lo que significaban?
Fuentes: El Comercio, El Gourmet de México
